Reunión nueva, caras y problemas viejos
El PSOE reclamó a Riesco una dedicación exclusiva y personal administrativo para mejorar su oposición. Pero hace tiempo que el PP decidió hacer buena la máxima «al enemigo, ni agua»
Los periodistas que aguardaban impacientes el término del encuentro entre Saavedra y Riesco no albergaban dudas. Tendrían que echar mano de sus mejores dotes amenizantes para intentar trasaldar algo legible o audible a sus receptores. La mayoría de los asuntos que ayer se abordaron en la entrevista entre ambos son viejos conocidos del público. Como los interlocutores. La etapa considerada tremendista del PSOE con Charo Velasco como portavoz voló todos los puentes para el sostenimiento del básico juego democrático. Desde entonces los populares han hecho del «al enemigo ni agua» su máxima en la relación con los socialistas. Aunque el diálogo en la etapa Rodríguez fue mucho más fluido y nadie piensa ya que se pueda regresar al origen de la discordia, el portavoz del PP dejó claro ayer que no es factible dedicar dinero para que un edil del PSOE cobre una dedicación exclusiva -algo que ocurre en muchos ayuntamientos-, ni que los socialistas dispongan de un auxiliar en su raquítico despacho consistorial para ordenar asuntos y agendas. Tal vez se mejore la periodicidad de algunas comisiones como ha pedido el PSOE. Acaso -no mucho más- se estudie la entrada del Partido Socialista en el consejo de administración de Pongesur... Aunque Saavedra ya adelantó ayer, «sin sospechar de ninguno de los técnicos actuales», que la representación técnica en dicho órgano tendría que ser consensuada.