«Europa debe verse en el espejo de esta ruta»

Presidente del Centro de estudios Compostelanos de Perugia, y por ello todo un experto en el Camino, su apuesta pasa por fortalecer la imagen de esta vía como punto de unión entre europeos, en un tiempo que nos ha tocado vivir en el que los localismos parecen amenazar el horizonte. _¿Qué puede aportar el Camino de Santiago a Europa? _Vivimos un momento en el que Europa va por un camino de intereses económicos y, al contrario, el Camino nos puede dar sugerencias para que vuelvan valores como la solidaridad, el intercambio de ideas o la identidad europea, es decir, una serie de valores que deben guiar a la Europa del futuro. _¿Cual es el papel que deben realizar los estados? _Los estados deben implicarse más porque el Camino no es sólo una ruta española sino europea, ya que por este continente discurren multitud de trayectos que son 10.000 kilómetros. Desde Sicilia a Noruega o Finiesterre la civilización es común y por eso compete a los estados implicarse. _¿No cree que es una contradicción que el Camino propugne la unión cuando en Europa la amenaza de la disgregación territorial es latente? _Más que una contradición es una oposición. Son dos mundos distintos y nosotros tenemos que concienciarnos que el nuestro, el del Camino, sirva de ejemplo de unidad e integración al otro. _¿Puede resistir la ruta jacobea el paso de los años? _Lo ha hecho hasta ahora y lo seguirá haciendo. Existe una realidad en toda Europa de cientos de asociaciones jacobeas y de miles de personas, que por una causa u otra recorren el Camino. Ellos son los principales valedores de la ruta jacobea. _¿El Camino es Europa? _El Camino es eminentemente europeo, aunque también está abierto a otros continentes, culturas y religiones.