Bajo cubiertas legales y casas unifamiliares

«Cuando algo que no está permitido en el plan se impone, es porque existe una necesidad». Con estas palabras justificó ayer el alcalde la decisión de permitir el uso residencial de los bajo cubiertas de los edificios en toda la ciudad, y no sólo en el casco antiguo, como sucede ahora. El cambio era una de las reivindicaciones que han trasladado los arquitectos al equipo de gobierno en las últimas semanas y el regidor reconoció que se trata de «algo generalizado», a pesar de la normativa. De la misma forma, el futuro PGOU permitirá edificar en parcelas de suelo rústico de apenas 1.600 metros cuadrados -«cuatro cuartales», explicó el alcalde- para tratar de mitigar la dispersión de las edificaciones unifamiliares reduciendo el suelo necesario para construir. Carlos López Riesco reconoció que las normas del planeamiento urbano de 1989 que ahora se modifica «no han sido eficaces» y «es notorio que hay un gran número de viviendas que no están en la situación legal exigible».