Benavides le pide que dimita por su «nulidad» al frente del área de Cultura
El PP culpa a Celemín del caos en la Escuela de Música de Bembibre
El portavoz popular le recrimina el cobro de los recibos, «algunos con dos instrumentos de más»
El nefasto funcionamiento de la Escuela de Música, con ausencias de profesorado, falta de control y nula información sobre los cambios son las motivaciones que llevan al grupo popular de Bembibre a solicitar la dimisión del responsable del área de Cultura, Jesús Javier Celemín, al que responsabilizan de las bajas en el alumnado de la escuela Beatriz Osorio. Fue nuevamente el presidente de la Junta Local del PP, Sigifredo Benavides, el encargado de «denunciar públicamente el mal funcionamiento de la Escuela». Según Benavides, la información que Celemín ofrece sobre ésta es manipulada, diciendo las cosas a su manera y no como realmente son». Benavides asegura que en los dos últimos meses el área de música y movimiento para alumnos de entre 4 y 6 años está desatendida «su profesora faltó a varias clases sin conocerse los motivos, tomó decisiones sin dar previo aviso a los padres, como por ejemplo dar juntas las dos clases de la semana sin explicar su motivo». Asegura también que por motivos de salud de la profesora los niños estuvieron sin clase durante esos días «y nadie se dignó a telefonear a los padres para que no llevaran a sus hijos a clase». Benavides sumaba deficiencias en su denuncia «las clases nunca se recuperan, nunca hay un profesor suplente y nunca a visan a los indignados padres de los cambios, se enteran cuando llegan allí». También los pagos de la Escuela son irregulares según el presidente local del PP «los padres si están de acuerdo cuando llegan las mensualidades puntualmente, pero no cuando en algunos casos se cobran hasta dos instrumentos de más». Todas estas irregularidades, según Benavides «han provocado muchas bajas en los niños matriculados en la Escuela de Música». Benavides pide nuevamente la dimisión de Celemín «los actos culturales que organiza van en decadencia. Las quejas fueron patentes en las fiestas del Cristo, la Cabalgata que fue una charlotada, y la guardería ha perdido alumnos desde su privatización. Celemín es una nulidad para ser concejal de Cultura del Ayuntamiento».