Los asaltantes usaron la lanza térmica para penetrar en una habitación que guardaba el llavero
Los ladrones del Pastor entraron en la cámara acorazada con las llaves
El delegado del Gobierno llama la atención sobre la información precisa que poseía la banda Tras
La investigación de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Ponferrada sobre el asalto a las cajas de seguridad del Banco Pastor no hace más que delatar, cada segundo que pasa, la sencillez asombrosa con la que los autores accedieron a la cámara acorazada. Tras forzar el bombín de la cerradura de la puerta trasera del banco, los asaltantes no usaron siquiera la lanza térmica para penetrar en la cámara que encerraba las cajas. El citado artilugio sólo fue utilizado para forzar la entrada a una habitación anexa en la que estaban depositadas las llaves. Con el juego de llaves en sus poder fue como accedieron, sin mayores problemas, a la cámara acorazada. Esta sencillez es la que ha conducido a los investigadores a seguir muy de cerca la pista de la información tan precisa que pudieron haber manejado los delincuentes. El propio delegado del Gobierno, Miguel Alejo, llamó ayer la atención sobre esta circunstancia con motivo del nombramiento del nuevo comisario ponferradino. Aunque el delegado matizó que es una línea de investigación más. «En estas investigaciones no se descarta ninguna pista», comentó tras admitir que la resolución del caso será muy complicada. Un monovolumen madrugador «Desde luego», añadió Alejo, «no estamos hablando de inexpertos». El modo en el que los integrantes de la banda lograron inhibir el complicado sistema de alarma de la oficina central es lo que más sigue admirando a la policía a la hora de analizar la pericia del grupo. De la 77 cajas de seguridad alquiladas -casi la mitad de las disponibles en la entidad- apenas quedaron media docena sin reventar. Sospechosamente, las que menos metálico contenían. Las policía ha recibido en las últimas horas testimonios de algunos vecinos de los pisos superiores del banco sobre la presencia de un monovolumen de color oscuro, hacia las seis de la madrugada del domingo, extrañamente estacionado frente al garage particular contiguo a la entrada trasera del Pastor, en la calle Antolín López Peláez.