Diario de León

El sacerdote ha comentado que estaba dispuesto a oficiar el funeral, y la familia dejó la iglesia

Entierran sin cura a un vecino de Quilós al pedir el párroco el pago de una deuda

La familia no quiso pagar misas que no encargó siete años atrás y el sacerdote exigió cobrar antes

Lucrecia González, sobrina del fallecido, junto a su hija Desiree y su marido, en su casa de Quilós

Lucrecia González, sobrina del fallecido, junto a su hija Desiree y su marido, en su casa de Quilós

Ponferrada

Creado:

Actualizado:

El campanero no tocó las campanas. El cura párroco tampoco ofició el funeral. Y a Agustín Canedo Fernández, vecino de Quilós (Cacabelos) de 89 años de edad, lo enterraron sus familiares en el cementario de la localidad sin ceremonia religiosa. La familia asegura que el sacerdote se negó a oficiar la ceremonia si antes no le pagaban el funeral y doce misas que nunca encargaron de la esposa del fallecido, enterrada siete años atrás. El párroco, que no ha querido realizar manifestaciones públicas, ha comentado por el contrario que fue la familia la que tomó la decisión de abandonar la iglesia cuando les recordó la deuda pendiente y él fue el primer sorprendido. Sucedió el pasado domingo, para asombro de los vecinos de Quilós que acudieron al funeral previsto a las 12.30 horas de la mañana, coincidiendo con la misa de domingo. La caja con el cuerpo de Agustín Canedo no llegó a entrar en la iglesia parroquial, aunque el personal de la funeraria ya había colocado el libro de firmas, la corona y el carrito para el ataud -según los distintos testimonios recogidos por este periódico- mientras el párroco Pedro Andrés Fernández, recibía a la familia en la sacristía en un último intento por aclarar las cosas. No hubo forma. A los pocos minutos, Lucrecia González, sobrina del fallecido, se encargaba de dar la cara y explicar el conflicto planteado con el sacerdote para pedir a los asistentes al funeral que acompañaran a la familia al cementerio. «Le habíamos dicho a la funeraria que fuera directa al cementerio, pero estuvimos de acuerdo en entrar a hablar con él una última vez. Cuando nos dijo que si no pagábamos no había funeral, le dije que no lo necesitábamos para nada y salí a darles explicaciones a la gente», contaba ayer a este periódico Lucrecia González, indignada con la actitud del párroco. Siete años atrás, Lucrecia asegura que el sacerdote rechazó el dinero del funeral por su tía, María Angustias Álvarez, porque la familia no quería pagar también las doce misas que el párroco tenía por costumbre oficiar por cada fallecido. «La tía nunca creyó en eso de las misas, y por eso no las encargamos, pero don Pedro quería cobrarlas por adelantado con el funeral. Le dijimos que íbamos a respetar la voluntad de la tía y entonces nos devolvió el dinero y nos dijo que teníamos una deuda pendiente», asegura Lucrecia. «Ahora ya incluye las misas con los funerales, pero hay más gente que tampoco le ha pagado las misas antes y no le ha montado esto», se lamenta. El pueblo de Quilós está dividido, aunque la familia del fallecido asegura que son muchos los que se han solidarizado con ellos, indigados por lo sucedido el pasado domingo, e incluso han aparecido pasquines contrarios al sacerdote, residente fuera del pueblo. Este periódico contactó con el párroco para recoger su versión. El sacerdote prefirió no realizar manifestaciones de trascendencia pública para evitar polémicas, a pesar de la insistencia de este periódico.

tracking