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Publicado por
León

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La Biometría es la pseudociencia que aplica todo tipo de domótica y telemática a través de zonas del cuerpo humano. En las entidades bancarias más modernas del país se está imponiendo estos elementos de seguridad que, en el Bierzo, todavía queda lejos de aplicar. «Pero llegará en cuestión de cinco a diez años a lo sumo», comenta uno de los expertos en seguridad a los que se ha consultado para realizar este reportaje. Los cinco puntos biométricos que se están aplicando en bancos y cajas de ahorro en capitales más importantes son: en primer lugar, la huella dactilar, seguido de un reconocimiento de la cara; más sofisticada son los reconocimientos de voz en ordenadores, cámaras y puertas de seguridad; pocos, pero algunos bancos ya tienen reconocimiento de iris; mucho más fácil resulta la digitalización de la mano del personal autorizado a entrar en cajas y cámaras, y el convencional, que sigue siendo la firma que un scanner lee y responde «sí» o «no» para acceder a la terminal, realizar una operación bancaria, entrar en una dependencia especial, etc. De película Estos dispositivos de seguridad suponen, en algunos casos, el uso de tecnología de película. Incluso hay detectores de clientes Vip a través de radiofrecuencia, o el control del flujo del movimiento. A esto se unen cada vez más en las sucursales las pantallas de plasma para ofrecer contenidos informativos dinámicos, e incluso para aprovechar una publicidad directa al cliente que se encuentra en la oficina. «Está demostrado que un producto anunciado en un cartel exterior y otro en una pantalla interior variable, mejora su venta un 10 por ciento». Comenta el experto que explica cómo compañías de seguros, de préstamos financieros, e incluso kioscos en el Bierzo ya han solicitado estas pantallas de plasma variables para ofrecer al instante datos de bolsa, por ejemplo, o del precio de fondos de inversión. Por otro lado, está el prestigio que da a la entidad bancaria la aplicación de toda esta nueva tecnología en seguridad e información. No es de extrañar, por tanto, que poco a poco estas técnicas lleguen también a tierras bercianas. Pedidos a las empresas ya hay. Cuestión de tiempo.