Bierzo gaitero

SIEMPRE me gustó mucho la música de gaita. Pero cuando yo vivía en Ponferrada, en el Bierzo no había gaiteros. O casi. Sólo teníamos raciales tamborileros, aquellos señores maduros que venían de Los Barrios de Salas, alguno también desde la Cabrera, a veces a pie, intrépidos caminantes que pasaban por el Campo de las Danzas. Mas, volviendo a las gaitas, recuerdo a un cuarteto o tal vez quinteto, que contrataban cuando las fiestas de la Encina: "Los Montes", de Lugo. ¡Qué emoción los Montes de Lugo! Supongo que ahora se llamarán "Os Montes", aunque tal vez ya no existan. Pero yo les deseo que existan. Los tiempos cambiaron y ahora en el Bierzo hay muchas escuelas de gaita y bien que siento yo no haber aprendido a tocar ese instrumento, tan sentimental y melancólico. ¡Lo que hubiera ligado en Madrid, San Sebastián o en Valencia tocando muñeiras y alboradas! Me gustan, además, casi todas las gaitas. Lo mismo las escocesas que las de Cornualles; las irlandesas que las bretonas. Y las asturianas también, aunque sobre todo las gallegas, que suenan más dulce. También creo que hay gaitas en regiones poco previsibles, no ando muy enterado, pero algo me dijeron, o leí al bies. ¿Tal vez aragonesas? ¿O extremeñas? De Melilla creo que no hay, pero tampoco estaría mal. O de Lanzarote. Veo un Bierzo futuro muy gaitero, aunque ya lo es en realidad. Una gaita en cada casa, una escuela de gaitas en cada municipio. Unos dicen que es una prueba más de la colonización cultural de Galicia, pero tal vez no lo sea. Sencillamente, nos gusta la música de gaita. Por otra parte, como estoy a favor de todas las contaminaciones culturales, de todas, pues me parece muy bien que toquemos la gaita. ¿Y por qué no, también, el txistu? ¿O el charango boliviano? Yo no me opongo. Y me encantaría ver en Ponferrada, por las fiestas de la Encina, a una de esas graciosas bandas valencianas, que tanto alumbran las Fallas. Yo soy de los que piensa que lo mejor de las Fallas es ver en Valencia a quinientas bandas, cada una por dónde le da la gana, y todas tocando "Paquito el Chocolatero" en medio de un aroma de buñuelos y tracas. Y de azahar. Eso es lo bonito de las Fallas. "Mascletaes" y pasodobles. Estoy, además, por la bercianización de Galicia. Llevemos nuestros botillos a la tierra de Breogán. Y los libros de Gil y Carrasco. Y los pimientos del Bajo Cúa. Y el gran vino comarcal. Y que lleguen a cantar los gallegos, abrumados por nuestra invasión pacífica: "No me digas berciano, que soy gallego cinco leguas abajo de Carracedo!