Un brindis por la comida y la bebida, ¿quién dijo pecado?

El saber del buen yantar y el buen beber que durante años permaneció oculto dentro de los muros de los monasterios ya está a disposición de todos los paladares y lo hace en forma de «Jornadas de Cocina Monacal», una iniciativa del Legado del Bierzo que cuenta con la colaboración del área de Turismo del Ayuntamiento de Carracedelo y que celebra este año su tercera edición. Con estas jornadas se pretende, según explicó el gerente del restaurante, Javier Fernández, exaltar y promocionar lo productos agroalimentarios del Bierzo. Además, la vertiente turística de la iniciativa parte de la gastronomía monacal como punto de inicio de la creación de una ruta turística que potencie las visitas a los monasterios del Bierzo, como el de Santa María la Real de Carracedo, el de San Pedro de Montes de Valdueza, el convento de la Anunciada de Villafranca del Bierzo y el de San Andrés de Vega de Espinareda. Desde hoy y hasta el 31 de marzo, al precio de 20 euros, se ofrecerán platos de los recetarios de diferentes monasterios españoles, como el gratinado de coliflor con pimientos asados y gambas o el rabo de buey con salsa de reineta y pasas. La imaginación fue la tónica de la presentación ayer de las jornadas, que corrió a cargo del fraile cillero de Carracedo, que, según se cuenta, permaneció años y años encerrado en un arcón y ahora brinda a todos con la buena sabiduría adquirida de los pucheros del monasterio.