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La vista se celebrará mañana y el fiscal considera que el fuego se debió a la quema de rastrojos

Juzgan a un vecino de Bembibre acusado de un incendio forestal

Solicitan 10 meses de prisión y una indemnización de 16.982 euros por imprudencia grave

Ponferrada

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Una imprudencia en la quema de rastrojos sentará a un vecino de Bembibre en el banquillo de los acusados para responder ante el juez de un presunto delito de incendio forestal. El Juzgado de Instrucción número uno de Ponferrada, encargado de las diligencias abiertas para esclarecer la autoría del fuego que quemó ocho hectáreas de castaños y monte bajo en octubre del año 2000, ha resuelto que existen suficientes indicios para juzgar a G. C. B, y ha fijado para mañana la vista oral en la sala de lo Penal para delimitar sus responsabilidades por vía penal. El fiscal solicita diez meses de prisión, con inhabilitación especial para ejercer el sufragio pasivo durante ése tiempo, y diez meses de multa con una cuota diaria de seis euros para el acusado, con un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas, además del pago de una indemnización de 16.982 euros a la Junta de Castilla y León por los daños causados y los gastos de la extinción. La Asociación de Profesionales Forestales de Castilla y León (Profor), que ejerce la acusación popular, se ha adherido a las peticiones del fiscal, aunque resaltando la gravedad de la imprudencia, porque la quema de rastrojos que supuestamente originó el incendio «se realizó sin las más mínimas precauciones» para prevenir cualquier conato de fuego, como hubiera sido disponer de batefuegos, palas, agua y la compañía de otra persona. Profor también solicita una multa de mayor cuantía, con una cuota diaria de 15 euros. En sus conclusiones para solicitar la apertura de juicio oral, el fiscal asegura que el 3 de octubre del 2000, el acusado, que no tiene antecedentes penales, prendió fuego para eliminar rastrojos en una finca de su propiedad dentro del término municipal de Bembibre «omitiendo las más elementales normas de cuidado, lo que provocó la rápida propagación del mismo». El incendio comenzó a las 17,15 horas y no pudo ser controlado hasta las 18.30 horas, tras la intervención de una patrulla de la Policía Municipal, un equipo de bomberos de la localidad, una pareja de la Guardia Civil y dos brigadas contra incendios forestales de la Junta de Castilla y León. El fuego afectó a ocho hectáreas, 2,5 de ellas de castaños y el resto de escobas y monte bajo. Tanto el fiscal como la acusación popular entiende que los hechos constituyen un delito de incendio de monte o masa forestal por imprudencia grave, tipificado en el artículo 358 del Código Penal. Se trata de uno de los pocos casos en los que se sienta en el banquillo de los acusados al supuesto responsable de un incendio por la quema de rastrojos.