Pese a todo... feliz cumpleaños

CUANDO escribo estás letras todavía no se habrá terminado el Pleno de Celebración del XV Anniversario de la creación del Consejo Comarcal del Bierzo. Sin embargo, vaya por delante mi felicitación a todos los bercianos y muy especialmente a los que, día a día, ponen su granito de arena con su trabajo y esfuerzo en hacer de esta quimérica administración interlocal una realidad tangible y tan necesaria social y políticamente hablando. Como un pintor al que se le estudia por etapas según los colores que predominan en su obra, también el Consejo ha tenido y tiene sus ciclos que podemos, permítaseme, clasificar por tonos de luz. La etapa blanca y negra. La del alumbramiento. La del primer presidente, Francisco Alfonso. Blanca por ver la luz y negra porque no pudo hacerse nada más que constituirse y poco más. Tan negras las debió de ver el presidente que abandonó, bastante desencantado, el proyecto o el barco recién fletado. «No había ni para pagar a los primeros funcionarios», recuerda ahora. El Consejo pasó a una etapa gris. La de Rita Prada. Quizás nadie sabremos valorar lo suficiente el esfuerzo de esta mujer por mantener viva la institución a pesar de luchar con todo en contra. Y eso ya era mucho. Se tomaron competencias del SAM, Servicio de Asistencia a Pequeños Municipios de la Diputación y poco más. Pero Rita, frente a todo, resistió. Todos los que saben más que este opinador, afirman que la etapa más fructífera fue la de Jesús Esteban, Susi, al mando del Consejo Comarcal. Él diseñó el contenido competencial que debía tener esta administración supramunicipal y negoció como nadie el primer convenio serio de financiación que, finalmente, la Junta de Castilla y León aceptó. Es la etapa azul, la de un cielo por delante, como el cielo tuvo por techo algún que otro pleno celebrado en la calle como protesta por no tener lugar adecuado. Ni el presidente de la Diputación, José Antonio Díez, pudo con él. Agraviando un día sí, y otro también a todos los bercianos. Susi es así. Un genio del que puede esperarse cualquier cosa. Y tras una etapa muy de partido y otra más aperturista le ha sobrevenido la de Ricardo González Saavedra. La del color rojo intensidad, dicen sus contrincantes políticos y algunos compañeros suyos. Proveniente de los neocomunistas de IU lo cierto es que Saavedra ha sido una revelación mediática y política. Ha sabido negociar más competencias y fondos, ha dado más empaque a la institución y le ha dado por fin: imagen.