Cerrar
Publicado por
JOSÉ ÁLVAREZ DE PAZ
León

Creado:

Actualizado:

CUANDO hablamos de los ríos del Bierzo, nos referimos también a los ríos del Bierzo Alto, conviene precisar, y en cuando al estado lamentable de estos últimos nos remitimos a lo escrito y publicado hace algunos meses en Diario de León y en esta columna de opinión, con motivo de un estudio sobra la contaminación del río Boeza a su paso por territorios de Bembibre y Congosto. Ahora que una legión de pescadores, preventivamente desanimados, afilan no obstante sus cucharillas y orean sus mosquitos morados y rojizos de principio de temporada, un nuevo estudio, realizado por la sección de pesca de la Junta de Castilla y León, alerta sobre la baja calidad de las aguas de los cauces bercianos como el Cúa y Ancares, altamente contaminados en sus tramos medio y bajo, el Burbia y Valcarce, que no acaban de recuperarse de los daños ocasionados por las obras de la autovía, el Sil, «con alteraciones de inversión y variación del régimen de caudales y baja calidad del cauce aguas debajo de Ponferrada,» el Cabrera, con «grave alteración de riberas e invasiones de cauce por la actividad de las pizarreras». No será necesario añadir que, en su conjunto, la población piscícola de la zona está en franca regresión y despoblamiento, a tono con los asentamientos rurales de la comarca. Tampoco será aventurado suponer que el resto de los ríos leoneses sufren iguales o parecidas carencias. El disfrute del agua y de un medio ambiente sano se considera hoy un derecho humano «de cuarta generación», un requisito indispensable para la pervivencia de los asentamientos humanos. En el debate que estos días tiene lugar en el IV Foro Mundial del Agua, se pone de manifiesto que el acceso sostenible al agua no requiere grandes gastos ni alardes tecnológicos. Cuando no se ha resuelto el problema básico y prioritario de la calidad de las aguas, como es el caso, se evidencia que está sin resolver lo primero y principal, debido a una mala elección de las prioridades, atendiendo más a lo políticamente rentable que a lo esencial. Se puede alegar que este es un problema menor en un mundo donde el 21,8% de la población carece de agua potable. No es de extrañar que el Banco Mundial vaticine que las guerras del S. XXI se librarán por el uso del agua. Pues precisamente por eso es menos justificable, porque aquí es más fácil la solución y porque estamos fuera de plazo, según la normativa comunitaria.

Cargando contenidos...