Cerrar

E l humor halla también acomodo en abril con «El florido pensil», de Sopeña

El Bergidum revive al mejor Lorca con «La casa de Bernarda Alba»

Las piezas, cada una a su estilo, reflejan una España llena de miserias, prejuicios y carencias

Publicado por
Miguel Ángel Tranca - ponferrada
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

El humor y el drama compartirán protagonismo el próximo en el programa previsto para el mes de abril por el Teatro Bergidum. Así, la figura de Federico García Lorca volverá a hacer acto de presencia en Ponferrada con una de sus grandes piezas, La casa de Bernarda Alba, acabada precisamente pocos días antes de ser asesinado. Para esta ocasión la compañía Teatro de la Danza ha reunido un exquisito reparto encabezado por Margarita Lozano y María Galiana con el fin de llevar a escena una pieza que en palabras de la protagonista, Bernarda Alba, parece anunciar lo que les esperaba al poeta. La casa de Bernarda Alba (28 de abril) es un claro ejemplo de como muchas obras maestras se acercan a los conflictos eternos y universales desde lo más cercano, lo más cotidiano y próximo. Para ello, según su directora Amelia Ochandino, es preciso huir de un realismo localista y basar el espectáculo en la sencillez de la puesta en escena, el mestizaje de la banda sonora y, sobretodo, el protagonismo a las emociones de diez mujeres encerradas y sometidas a un régimen dictatorial, ver como van evolucionando las distintas personalidades y quedarnos con las conclusiones y reflexiones de sus acciones. Margarita Lozano, en el papel de Bernarda, y María Galiana en La Poncia encabezan un amplio reparto que incluye a Conchita Hidalgo, Aurora Sánchez, Ruth Gabriel, Palmira Ferrer, Nuria Gallardo, Adriana Ugarte, Mónica Cano y Saturna Barrio Por lo que respecta a El florido pensil (21 de abril), el humor será el gran protagonista en su puesta en escena, esta vez a cargo del grupo vasco Tanttaka Teatro. La obra, de Andrés Sopeña, cuenta sustancialmente las vicisitudes de una cuadrilla de muchachos sometidos a una absurda e ilógica brutalidad del sistema educativo que dominó la España de posguerra. Sus protagonistas nos irán descubriendo un fresco en el que sucederán los escenarios de la acción, en primer lugar la escuela y, más tarde, el resto de las tribunas desde donde el régimen mandaba sus señales de apoyo (el cine de barrio, la radio familiar, la iglesia y la prensa). El fresco incluye también una variada fauna de personajes que va desde los héroes a los casposos.