«Una práctica imprudente que debe ser erradicada», dice el fallo

La juez ha dado crédito al testimonio de los agentes de la Guardia Civil para condenar al acusado. La setentencia recoge que los agentes se personaron en el lugar del incendio al poco de iniciarse y «vieron al acusado que intentaba apagarlo». El fallo añade que Gonzalo B.C. «les reconoció, por más que luegolo niegue, que el fuego se le había descontrolado» y que «también lo manifestó el agente forestal que intervino en la extinción», siendo el acusado «la única persona que vieron en el lugar en los momentos inmediatos a la propagación del incendio, que precisamente se produjo en una finca de castaños del acusado y a principios del otoño, es decir la época de recogida de las castañas, cuando se limpian los rastrojos». La juez añade que es frecuente «entre personas mayores como el acusado» formar uno varios montones y prender fuego «con el consiguiente e inaceptable riesgo» y «empleando las mismas escobas que para intentar sofocar el incendio». La juez entiende que los afectados no han reclamado para no perjudicar a Gonzalo B.C. porque son conscientes de «recurriendo a dicha práctica imprudente que debe ser erradicada, todos se exponen al mismo resultado penalmente reprochable».