La Junta pide una aplicación más flexible de la ley para condenar a los incendiarios

«Es frustrante que queden libres por falta de pruebas fehacientes». El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eduardo Fernández, reconoció ayer la insatisfacción que provoca en la administración responsable de la extinción de los incendios forestales y en los agentes de las fuerzas de seguridad del estado la escasa repercusión penal que tienen las investigaciones emprendidas para aclarar la autoría de los fuegos, aún cuando hayan servido para detener a sus supuestos responsables. Como ya hiciera el pasado verano en Villablino, donde la Guardia Civil practicó varias detenciones sin ningún resultado, Fernández se aventuró ayer, aún a riesgo de ser «políticamente incorrecto», a enviar un mensaje a los jueces que se encargan de los delitos de incendio. «No quiero reñir a los jueces, pero sí les pediría más flexibilidad o colaboración», afirmó durante la presentación en el instituto Gil y Carrasco de Ponferrada del Programa de Difusión de Prevención de Incendios para escolares, junto al subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez. Fernández insistió en que los agentes encargados de las investigaciones «no pueden sacarle un fotografía» al autor del incendio en el momento de provocarlo, como en su opinión parecen exigir los jueces como prueba para condenar a alguien. Recientemente, las pruebas indiciarias sí fueron suficiente para condenar a un anciano de Bembibre por causar un incendio al quemar rastrojos. Fernández también aseguró que se tratará de ampliar las horas de operatividad de los efectivos contra incendios de la Junta.