PB y PRB se reivindican como líderes en el 27 aniversario del bercianismo
El presidente del Partido Regionalista del Bierzo (PRB), Tarsicio Carballo, bajo el que hace 27 años se legalizó políticamente el bercianismo, reclamó ayer para su formación la bandera de la defensa de los intereses de la comarca. En esta reivindicación coincidió con sus antagonistas, algunos de los cuales le acompañaron durante años en la dirección del Partido del Bierzo (PB). Su actual secretario general, Iván Alonso, destacó la vigencia del PB como ariete político para acabar con el bipartidismo en la comarca. «Somos la formación regionalista más veterana de la autonomía y seguimos reclamando el protagonismo que los bercianos merecen, lejos de los intereses partidistas auspiciados y defendidos durante décadas por las dos formaciones mayoritarias», proclamó Alonso en el 27 aniversario de la legalización del PB. Sin traidores Para su fundador, Tarsicio Carballo, sólo su nuevo partido el PRB puede llevar adelante los ideales regionalistas y «terminar con el pisoteo constante de los derechos de los bercianos». Y a diferencia de la «celebración» del PB, Carballo hizo memoria para lamentar como, «por desgracia para esta tierra -enfatizó- cuatro traidores tiraron por la borda, en un abrir y cerrar de ojos, más de veinte años de trabajo». Desde el PB, en cambio, no se echó la vista atrás ayer para rememorar el cisma en el partido. «El Partido del Bierzo sigue contando con una implantación importante en los principales ayuntamientos del Bierzo, que intentaremos consolidad y ampliar en las próximas elecciones municipales y autonómicas del año 2007», reflexionó Alonso, que no aludió tampoco al interés que existiría en filas sobre todo del sector del ex-popular Ángel Escuredo por absorber las siglas del PB para crear una candidatura conjunta a los próximos comicios. Alonso sí definió al PB actual como «una alternativa progresistas, centrada y seria», que velará por el futuro de la comarca. Carballo felicitó públicamente a todos los «bercianistas de buena voluntad» y expresó un deseo: «Que nunca jamás vuelvan a surgir más traidores».