El primer prototipo de los grandes almacenes

Fundado en 1872, el bisabuelo Carlos Bodelón en la Calle Paraisín tenía su tienda de hacer sombreros que también vendía por los pueblos. Su hijo Carlos vendía también piezas de tela por metros y «bajó» a la nueva ciudad, a la Avenida de la Puebla. En dos edificios, el nieto, también Carlos Bodelón, hace unos grandes almacenes de más de mil metros cuadrados en los que se vendía desde colchones, ropa interior, hogar, confecciones. «El éxito es ofrecer lo que pide la gente», dice la cuarta generación de Carlos Bodelón, ahora dedicado sólo a ropa de caballeros.