Los principales colectivos sociales abren sede en el estadio del Toralín

Con más demora de la prevista por el equipo de gobierno, ocho de las principales organizaciones de ámbito social de Ponferrada recogieron ayer las llaves de sus nuevas sedes en los bajos del estado de fútbol del Toralín. El alcalde de la ciudad, Carlos López Riesco, fue el encargado de entregar los locales a los representantes de los colectivos beneficiarios inicialmente de un proyecto que ha supuesto un desembolso de 720.000 euros para las arcas municipales. Riesco, secundado por los concejales de Bienestar Social y de Fomento, admitió que le hubiera gustado entregar las sedes mucho antes. «Pero todo llega -añadió- y hoy se cumple con el compromiso de este Ayuntamiento de profundizar en la creación de una red importante de servicios sociales en el municipio». Las ocho organizaciones de ámbito social que dispondrán de nuevos espacios para el desarrollo de sus actividades son la Asociación de Minusválidos del Bierzo (Ambi), Banco de Alimentos del Sil, la asociación de enfermedades de la sangre (Abaces); la de apoyo y lucha contra el sida, Caracol, la de Síndrome de Dowm, la de sordos del Bierzo (Asodebi), la de diabéticos (Adebi) y la de Enfermos de Parkinson. El resto de los locales que se han acondicionado en los bajos del campo de fútbol de la Ponferradina, otros siete, tendrán por ahora un uso municipal. Principalmente para el desarrollo de diversos programas y actuaciones que dependen de la Concejalía de Acción Social y el Instituto Municipal de Formación y Empleo (Imfe). En la rehabilitación de los bajos exteriores del estadio han intervenido las constructoras ECK y CRS, pero también el módulo de albañilería el Taller de Empleo Municipal. Los primeros ocho colectivos beneficiarios de los locales, con una superficie comprendida entre los 55 y los 161 metros, forman parte de un grupo de 16 entidades que forman parte de la denominada Red Local de Cooperación Social. Según el ejecutivo municipal del PP en el reparto de las sedes se han tenido en cuenta «las necesidades de local de las distintas entidades sociales, el trabajo que realizan en el municipio y el número de personas que atienden».