Incautan 20 toneladas de comida al dueño de los dos restaurantes chinos

El dueño de los dos restaurantes chinos de Ponferrada podría ser acusado de un delito de contrabando, o al menos de haber cometer una infracción administrativa, después de que la Policía Local de Fuenlabrada le haya decomisado hasta 20 toneladas de alimentos en mal estado en un almacén del polígono industrial Cobo Calleja de la localidad madrileña. La Unidad de Seguridad de Polígonos Industriales del cuerpo policial se ha incautado de pollo y pato importado ilegalmente a pesar de las medidas para evitar la expansión de la gripe aviaria, carne de tortuga congelada que no se puede comercializar por tratarse de una especie protegida, pescados y mariscos caducados, y golosinas pasadas de fecha hace cuatro años, entre otros alimentos. Los agentes mantenían vigilada la nave del hostelero, Y.W, de 39 años, -que además de regentar los dos restaurantes orientales en Ponferrada, se dedica a la importancia de alimentos destinados a la cocina china con la autorización y los registros sanitarios correspondientes- después de comprobar que el establecimiento permanecía cerrado durante todo el día y sólo mantenía una actividad comercial en determinadas noches, según informaba ayer el diario El País. La inspección sirvió para verificar que el local, denominado Long Jie, almacenaba de más de 1.500 kilogramos de pato y pollo de origen asiático, a pesar de que la Unión Europea prohibe su importación desde enero de 2004, 200 kilos de tortuga congelada, cuya carne no se puede comercializar , 4.000 kilos de pescados y mariscos caducados, en algunos casos hace más de cuatro años, 50 kilos de huevos de gallina ya embrionados y pestilentes, y hasta 15.000 kilogramos de conservas y golosinas también pasados. Los agentes llevan varios días inventariando los alimentos decomisados, que han sido inmovilizados a la espera de que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid intervenga. El valor de la mercancía supera los 18.000 euros. Tanto el dueño del establecimiento como los trabajadores de la nave han quedado en libertad, a la espera de saber si tienen que responder a un delito de contrabando a una infracción administrativa.