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Una vieja aspiración apoyada por la Junta Cacabelos, más viñas, sede D.O. y con proyecto Villafranca, con más bodegas y monumentos

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León

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Las distintas denominaciones de origen existentes en Castilla y León han ido consiguiendo un museo propio sobre todo lo concerniente a su vino. El ejemplo paradigmático está en el Castillo de Peñafiel, donde se encuentra perfectamente ubicado el Museo de la D.O.Duero. En el Bierzo, la idea lleva años a la espera de su realización. La Junta, nunca se ha opuesto a este justo deseo de los bodegueros y productores de la zona. Los pasos más firmes para conseguirlo se dieron durante la época como alcalde de Cacabelos del popular industrial José Luis Prada. En una comida en su Palacio de Canedo le puso dos condiciones al presidente Herrera si se quería que volviese a ser candidato en Cacabelos: una, dar un empujón definitivo a la nueva sede del Consejo Regulador; y segunda, que el futuro Museo del Vino se ubicase en esta localidad. Herrera aceptó y, en parte, cumplió. Apoyos La nueva sede del Consejo está a punto de finalizarse y el Museo, al perder la alcaldía, ha quedado un poco relegado, si bien voces de la propia Junta, como el director general de Industrias Agrarias en la última Feria del Vino de Cacabelos, al igual que el subdelegado del Gobierno Central en León, en sus manifestaciones a la prensa dieron implícitamente su placet y apoyo a que el Museo del Vino se construya definitivamente en esta villa y tenga financiación de las administraciones superiores. La partida, al menos en las altas instancias, parece decantarse por la Villa del Cúa, aunque el paso de los años y con la llegada pronto de una nueva legislatura regional y local, puede deparar sorpresas y cambios en lo que hasta ahora parecía fijo o encarrilado. O todo lo contrario, que lo que ahora es proyecto tenga al fin financiación y adjudicación definitiva para dar carpetazo a este culebrón que dura casi cinco años de tiras y aflojas institucionales, sobre todo municipales. De la «candidatura» de Cacabelos se debe destacar, en primer lugar, que es el municipio que cuenta con mayor número de viñedos en su superficie. Un dato refrenda esta afirmación, el 35 por ciento del preciado vino que pasa por el etiquetado de la Denominación de Origen sale de la Cooperativa de Cacabelos. Además, esta villa está considerada popularmente como la más enraizada con la cultura del vino. Su Feria del Vino anual es todo un clásico en el mapa regional. Además, en esta localidad también está ubicada la sede del Consejo Regulador de la D.O. que ha visto reforzada su «capitalidad» con la construcción oficial de una nueva y moderna sede, fruto, como se ha dicho, de las buenas gestiones ante instituciones superiores como la Junta de Castilla y León. Pero donde realmente «gana» esta partida es en su iniciativa local, lo que le ha llevado a presentar ya ante las instituciones un proyecto con presupuesto incluído de lo que sería el futuro museo. En su contra está la poca representación bodeguera en el Consejo, reducida apenas a media docena de empresas, ser una localidad con menos tradición histórica que Villafranca y, para algunos de los consultados, tener ya ubicada la sede del Consejo Regulador, «que nos dejen algo a los demás», se quejan. Villafranca defiende su candidatura a ser sede del futuro Museo del Vino del Bierzo por muchos motivos, entre éstos, uno de peso se basa en que en su área de influencia existen aproximadamente 30 bodegas o empresas del sector que están debidamente inscritas en la Denominación de Origen Bierzo. Además, es una pequeña ciudad con gran tradición en la cultura del vino entre sus gentes. También cuenta con mejores comunicaciones o por lo menos con un mayor grado de conocimiento fuera de la provincia y con alta tradición turística. Otro de los motivos esgrimidos estriba en la mítica y ya tradicional concepción de Villafranca como sede cultural y patrimonial de la comarca por el alto número de monumentos, asociaciones culturales e infraestructura hotelera y de servicios con que cuenta la localidad. En su defecto está el paulatino abandono que se le atribuye a esa supuesta centralidad cultural y a sus monumentos. La falta de punch o vitalidad en su vida cotidiana y proyectos locales que se le critica por muchos lados, no sólo políticos, también de autocrítica local. Pero lo peor es el no contar a estas alturas con un proyecto municipal serio de museo que haya sido presentado a la Junta de Castilla y León y a la Diputación.