La Junta pide al Gobierno que negocie la creación de la Confederación Miño-Sil

La Junta de Castilla y León está dispuesta a dialogar a tres bandas con la Xunta de Galicia y el Gobierno central para negociar la creación de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Así lo reconoció ayer el delegado del Gobierno autonómico en León, Eduardo Fernández, quien negó que el consejero de Medio Ambiente haya iniciado contactos a alto nivel con el Ejecutivo gallego que preside Emilio Pérez Touriño para crear el organismo que permita a las dos comunidades autónomas cogestionar la cuenca que hoy depende del Estado a través de la Confederación Hidrográfica del Norte, con sede en Oviedo. Fernández habló ayer en nombre del consejero, José Manuel Fernández Carriedo, y del Gobierno autonómico para recalcar que el primer objetivo de la Junta pasa por lograr la transferencia de la de la cuenca del Duero, a la que pertenece el 98 por ciento de la comunidad y cuya gestión por parte del Gobierno autonómico sería más fácil porque no incluye a ninguna otra región. «El organismo que resulte para cogestionar la cuenca del Sil debería ser especial porque habría que profundizar en fórmulas de gestión conjunta con Galicia», afirmó. Para ello, la Junta considera necesario que el Gobierno central participe en el diálogo. Fernández consideró prematuro hablar de las posibilidades del Bierzo de acoger la futura sede de la Confederación. «No podemos hablar de la sede de un organismo que todavía no existe», zanjó. El Senado ya aprobó el pasado año, por iniciativa del ahora presidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, la creación de la demarcación hidrográfica del Miño, para cumplir con la directiva marco sobre el agua de la Unión Europea, que establece el principio de unidades de cuenca y obliga a comunidades y países que comparten cauces de ríos a una gestión conjunta. En el caso de Galicia, incluiría al río Limia, que desemboca en Portugal. El Gobierno central todavía no ha aprobado el real decreto que debe crear la demarcación.