Mira quién baila

PIENSO que ha sido una gran pérdida para Fornela la desaparición prematura de Raúl, el andarín en cuya buena compañía ya no daré más vueltas al plantío, que iba para futbolista, recuerdo los tres goles seguidos que le marcó al Astorga como si hacer un gol fuera como coser y cantar, luego ejerció de profesor en Ponferrada y de cura de almas en el valle de los alabarderos ambulantes, hasta su muerte reciente. Podrían los fornelos quejarse y pedir alguna compensación por el contratiempo, pero no es su estilo. Un fornelo busca la salida donde parece que no la hay, si se produce un atranco busca solito la solución y si la cosa se envenena, él se lo curra y logra salir adelante. Ya lo demostraron en la revuelta campesina contra los abusos fiscales de San Andrés y cuando vieron que con la Iglesia habían topado, tomaron el hatillo y fueron a buscarse la vida, sin tener que pasar por aquel aro ominoso. Ejemplar talante, ahora que está de moda darle un mordisco que otro al Estado y luego esperar del mismo que resuelva todos los rotos y descosidos habidos y por haber. No queremos Estado, pero cada día le pedimos más al papá Estado. Los de Fornela, en cambio, quieren que las Cortes de Fuensaldaña obliguen al Gobierno regional a mirar un poco y poner algo de interés por la romería y las famosas danzas del quince de Agosto que atraen a los fornelos de la diáspora y a otros muchos turistas, una fiesta original desde el punto de vista etnográfico, diferente como lo es todo el valle, nacida de la tradición popular y con poder de convocatoria creciente. Ya de paso, su animoso alcalde Vicente, le recuerda a la Junta que el puerto de Cienfuegos es un obstáculo insalvable para acceder a la vecina Asturias y que el dos veces milenario Castro de Chano lleva más de diez años esperando poder alzarse desde sus piedras circulares para ver operativo el viejo camino comercial y minero. Ni siquiera exigen aquello a lo que tienen derecho, una política redistributiva que frene a invierta el proceso de despoblamiento rural crónico que sufre la zona, una ordenación del territorio razonada y con recursos, unas comunicaciones operativas por las llamadas autopistas de la comunicación y las nuevas tecnologías. Se conforman con solicitar, respetuosamente, que Valladolid mire quien baila en Trascastro. La otra vez que lo intentaron, les dijeron que no se permite cambiar de pareja.