De escuela

EL ESTADO de la Escuela de Cine del Campus de Ponferrada cada vez resulta mas inquietante para alumnos y padres. Por un lado está el gallinero político, ya tienen carnaza para entretenerse y entretenernos. Lo único que tienen que hacer el Sr. Riesco y el Sr. Saavedra es aunar esfuerzos, plantarse ante la Universidad y la Junta y exigir con firmeza que no se cometa semejante atropello. Por otro lado está la forma en que alumnos y padres nos hemos enterado de lo que se pretende y que ha sido a través de los medios. No es de recibo. La Universidad debería haber convocado a todo el alumnado y haberle comunicado estos planes. Parece ser que la próxima semana lo hará el Decano, pero será tarde. Hemos pagado 5.167,72 euros por una matrícula del primer curso, y ahora se les dice a los alumnos que no se preocupen que van a poder terminar los tres cursos, pero que en vez de las cuatro especialidades que imparte la escuela sólo va a quedar una, la de Dirección y Guión , o sea que el que empezó en porque quería hacer Fotografía y Cámara no va a poder hacerlo. Ésto no se va a consentir, es como si a un estudiante de medicina le diera igual ser cirujano que pediatra. Esto tiene un calificativo muy de moda, se llama estafa. Alguien en el gallinero dijo que de los 14 profesores sólo uno es titulado. ¿Desde cuando el título garantiza un buen enseñante? Lo que nosotros percibimos día a día es que son admirados y respetados por los alumnos y son capaces de hacerles participar en las tareas diarias con ilusión. Esto para nosotros como padres que pagamos sus enseñanzas son avales suficientes. Es lamentable que se apueste por un museo minero en Fabero, el Ponfeblino, los Micrófonos... Proyectos y que sólo van a dejar déficits. Nuestros políticos dejan morir la Escuela por falta de recursos. Y para terminar, los bercianos no podemos irnos de rositas. Somos culpables porque nuestra militancia bercianista se limita a hablar del botillo y festejarlo, a comportarnos como histéricos paletos ante el despliegue del Sr. Luis del Olmo, a militar como seguidores de la Ponferradina, eso sí sin ir al campo, y si acaso a una recogida de firmas para colgar otra bandera en el Ayuntamiento. Eso sí, del Bierzo. Y mientras, a nuestros hijos los mandamos a estudiar lejos porque este campus no tiene categoría. En primero de la Escuela de Cine hay matriculados sólo tres bercianos. Si no somos capaces de poner en valor nuestros recursos no avanzaremos nunca.