Descartada la imprudencia en un fuego atribuido a obras en la vía
El testimonio de tres operarios de Renfe reconociendo que las llamas de un incendio forestal declarado en La Granja de San Vicente (Torre del Bierzo) se debieron a las chispas desprendidas de una máquina que cortaba un carril durante unos trabajos de mantenimiento no ha servido para que un juzgado de Ponferrada considere que hubo conducta imprudente por parte de los trabajadores. El Juzgado de Instrucción número cinco tomó declaración a los tres operarios a instancias de la Audiencia Provincial y después de haber archivado la causa a finales del 2004, dos años después de los hechos. Y aunque los tres admitieron ante el juez las chispas de la esmeriladora de disco que cortaba un carril iniciaron el fuego, el juzgado entiende de nuevo que «los hechos no son constitutivos de ilícito penal», y en las diligencias practicadas «no existen indicios suficientes para considerar que la conducta de los trabajadores hubiere sido en ningún caso imprudente», según consta el auto de archivo. La línea ferroviaria de Renfe en el puerto de Manzanal se ha convertido en los últimos años en un punto negro para la propagación de incendios forestales, atribuidos sobre todo a las chispas que se desprenden de los frenos de los trenes, aunque los juzgados están archivando la mayor parte de las causas. Todavía existe un procedimiento abierto para aclarar la responsabilidad del mayor de los incendios producidos en la zona, que calcinó 317 hectáreas a lo largo de 19 kilómetros de vía entre La Granja y Bembibre en septiembre del 2001.