Altas posibilidades de éxito

La Reserva de la Biosfera para los Ancares leoneses tiene muchas posibilidades de ser aceptada ya que, según subrayó el alcalde de Villafranca, los municipios seleccionados «resultan idóneos para ser integrados dentro de este programa». A su juicio, «reúnen las condiciones para mantener un equilibrio entre el uso del territorio, los recursos naturales y las actividades económicas», además de «constituir un elemento relevante de biodiversidad». A esto habría que añadir el interés existente en que se llegue a conformar la Gran Cantábrica, de la que esta zona forma parte y con la que se pretende crear un marco que permita coordinar la utilización del territorio, con el fin de asegurar la conservación de especies emblemáticas y en peligro de extinción como el lobo, el urogallo o el oso y, a la vez, favorecer un ecoturismo de calidad y una industria responsable en la zona. Bajo estas premisas también buscan su declaración como Reserva de la Biosfera dentro de la comunidad, la Montaña Oriental de León y la Montaña Palentina, una serie de ecosistemas que permitirán completar la gran reserva cantábrica tras la declaración del Valle de Laciana, Babia, Omaña-Luna, el Alto Bernesga y Argüello. Si los Ancares leoneses obtuvieran la declaración pasarían a formar parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, que ya cuenta con 482 espacios diseminados por 102 países, casi una treintena en España.