La Junta resta importancia a la plaga de orugas en Los Ancares y descarta un dispositivo especial
La Junta de Castilla y León no tiene previsto iniciar un tratamiento especial contra las orugas en previsión de que la plaga que estos días se ha declarado en Los Ancares gallegos se traslade a la vertiente berciana de la sierra. El Servicio Territorial de Medio Ambiente considera que la situación es la habitual después de la falta de lluvias en la zona durante la primavera y se resolverá sin necesidad de que se adopten medidas excepcionales, porque las orugas no suponen una amenaza en estos momentos. La oruga agriopis aurantaria ha desfoliado una quincena de hectáreas de monte en Los Ancares gallegos, en su mayor parte abedules y los técnicos de la Consellería de Medio Rural están estudiando la mejor forma de atajar la plaga, que se cree que se extiende desde los árboles frutales hacia las masas boscosas de hojas tiernas. El director de la Estación Fitopatológica de O Areeiro (Pontevedra), Pedro Mansilla, considera que habrá que esperar a la próxima primavera para valorar el daño real sobre los árboles. Las bajas temperaturas en invierno y otros insectos depredadores contribuyen a controlar su extensión.