Diario de León
Publicado por
JOSÉ ÁLVAREZ DE PAZ
León

Creado:

Actualizado:

LA CUARTA libertad comunitaria no llega al campo de Martín Moro. A falta de tres kilómetros de camino de acceso, entre Colinas y Fasgar median casi ciento cincuenta kilómetros, gracias a cuatro absentistas que invierten las rentas de aquellos pastizales, un espacio que adoran muchos centroeuropeos del Arco Iris, en asfalto y cemento, secundados por otros tantos responsables locales de vuelo corto. Allí vigilados por el Tambarón, el Miro, el Suspirón y Peña Cecera, el Sil y el Duero se reparten al agua y se dan la espalda, ganador el segundo. Se puede decir que la más poderosa fuente del Orbigo brota en Fasgar, entre fresnos y abedules, aunque, como su nombre indica, se llamará Ur-Bis aguas abajo, cuando el Omaña y el Luna sean una sola agua, siendo dos. A pesar del sueño del general laureado y heterodoxo don Segundo García, diputado republicano, el Valle rico en agua, en patata de siembra cuando era oro, en centeno cuando petróleo, sigue aislado, cerrado el camino de las hoces, cruzando el Campo de Santiago por donde subían los bercianos a segar el pan, el camino del Tambarón que les unía a Salientes, la vía de acceso a la Cepeda, el camino de Posada de Omaña a Tremor. Sin remontarnos a los tiempos de Roma que explotaba el oro en ambas vertientes.Hoy es difícil caminar sin pisar tierra removida en Marzán, la villa de Marcio con sus piedras rubias. El comercio entre comarcas fue muy intenso hasta que acabaron los tiempos de la autarquía: rebaños de castrones y vacas de Ancares, patatas de siembra, grano, maderas, yugos y madreñas, vino y ultramarinos. Las fiestas llegaron a ser comunes, los enlaces matrimoniales frecuentes. Entre noviembre y abril los maestros amateurs del Valle, que comparecían en la feria de enseñantes con su enciclopedia y sus cuadernillos para ser contratados, padres e hijos, alfabetizaron el Bierzo Alto y el occidente de Asturias, pues el nivel cultural del Valle Gordo fue siempre más elevado, más desarrollada su capacidad asociativa y su aliento comunitario. Allí eran patrimonio común el concejo abierto, la transformación de la leche, los pastos y montes, la pesca, la madera, la construcción en grillandas, los molinos, la luz eléctrica y casi todo el territorio, hoy reserva de la biosfera, donde desde tiempo inmemorial fue erradicado el analfabetismo, cuna de famosos arabistas, musicólogos y poetas, como nos recuerda la fuente junto al camino orlado de digitalinas moradas. Y ahí siguen las comarcas hermanas, cerradas a cal y canto.

tracking