| Reportaje | ¿De qué se quejan los bercianos? |
Más de dos mil reclamaciones
El Procurador del Común y las Omic recogen la preocupación, sobre todo de los ponferradinos, donde destacan molestias en ruidos, alumbrado, telefonía y salubridad
El Procurador del Común, institución que viene a denominar lo que comúnmente se conoce como Defensor del Pueblo de Castilla y León, presentó la semana pasada a las Cortes Regionales su balance del año 2005. En él, los bercianos presentaron 102 reclamaciones sobre diversos asuntos que afectan al conjunto de la ciudadanía, un número sensiblemente inferior a las casi 30 más que en el año anterior. Sería prolijo realizar todas y cada una de las reclamaciones, sin embargo, del centenar destacan actuaciones de oficio en el Castillo de Ponferrada, donde las márgenes del río y la vegetación de alrededor podrían ser suceptibles de ir en contra de la preservación del medio ambiente y el patrimono en un lugar tan delicado de la capital berciana. Muchas han sido las quejas por ruidos y molestias causadas por el colectivo de caboverdianos en su sede de Ponferrada. Pero ruidos, lo que se dice ruidos, han ocupado casi un 20 por ciento de gestiones en esta institución regional. También ha habido reclamaciones por falta de seguridad vial en varias carreteras comarcales del Bierzo como en Bárcena del Bierzo, falta de iluminación pública, denuncias por instalación de antenas de telefonía móvil y por las obras de sanemiento de viviendas que van a desembocar en el río Sil. El 40 por ciento de las quejas tienen que ver con acciones municipales y tan sólo un 5 por ciento contra la Administración de Justicia. Los que se protestan Existen denuncias en Albares de la Ribera, Almázcara, Bárcena del Bierzo, Bouzas, Cacabelos, Ponferrada, Carracedo, Carucedo, Columbrianos, Cubillos, Dehesas, Flores, Folgoso, La Faba, Magaz de Abajo y Arriba, Palacios del Sil, Ponferrada (casi la mitad), Quilós, San Andrés de Montejos, San Esteban de Valdueza, San Miguel de las Dueñas, San Román de Bembibre, Bembire, Toral de Merayo, Torre del Bierzo, Trabadelo y Vega de Valcarce. Hay muchas denuncias por actuaciones mineras que afectan al monte vecinal, obras públicas y demás. Y es que cuando alguien ve que «la Administración de turno le arrolla, acuden a nuestra institución», explican fuentes del Procurador del Común. Hubo curiosas actuaciones como la queja de Fala Ceibe para que Educación informe sobre el gallego en colegios e institutos, o la obligación al Ayuntamiento de Ponferrada para que compensase a la empresa Friber por cobrarle dos años de tasas sin prestar servicio, La primera reunión del nuevo Procurador del Común en el Bierzo fue en marzo de este año con el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, fue aquella una reunión poco publicitada y ya el tema de caboberdianos y Friber ocupó gran tiempo a ambos políticos. «El sentirse amparado de alguna forma, es lo que motiva al ciudadano acudir a nosotros», explican las mismas fuentes del Procurador, quien normalmente estudia el caso con sus asesores y obra en consecuencia, en la mayor parte de las ocasiones informando a las partes del asunto y en las menos, obrando de oficio ante las instituciones. Perfil El perfil del ciudadano que se queja es en su gran mayoría hombres, más del 53 por ciento, seguido por mujeres, un 40 por ciento, y de forma colectiva o asociativa un 6 por ciento. Esto denota que las quejas son sobre todo asuntos personales ante un hecho concreto. El Procurador del Común, Javier Amoedo, ha optado por telefonear a las administraciones que no le responden, porque son efectivamente los ayuntamientos los que menos contestan a los requerimientos del Procurador del Común. La falta de colaboración de las administraciones públicas, e incluso de contestación a los requerimientos que el Procurador del Común les realiza, es, desde siempre uno de los males endémicos con los que ha tenido que luchar esta institución. «Los escritos acaban olvidados en algún cajón. Estamos consiguiendo más efectividad con las llamadas telefónicas directas», explicó uno de sus asesores. La falta de colaboración no sólo retrasa la resolución de los expedientes en curso, sino que atenta contra los intereses de los propios ciudadanos ya que es a ellos a quienes van dirigidas todas las actuaciones de esta institución. A diferencia del año anterior, en el Bierzo han disminuido las quejas sobre vivienda y mantienen su alto número las de discapacidad. «Las familias y los propios discapacitados siguen mostrando lo mucho que la sociedad tiene que hacer para que este colectivo tenga una igualdad de trato y oportunidades que actualmente no se dan del todo», se dice. Los bercianos se siguen quejando por correo sobre todo, siendo el medio de comunicación menos utilizado el correo electrónico, esto es, internet, algo que también supone un reto para la Junta de Castilla y León, para la Consejería de Fomento y para el propio Procurador del Común.