El juramento sagrado de los templarios
La Noche Templaria ponferradina escribió ayer la primera página de su nueva edición, con el emotivo acto de ofrenda de los bienes de la tierra y la ordenación de 150 nuevos caballeros
La Noche Templaria ponferradina se abrió ayer con la ordenación y el juramento de 150 caballeros
Los maestres de la Orden del Temple ya cabalgan a sus anchas por Ponferrada. Desde ayer, la capital berciana viste su imagen más medieval para dar forma a la leyenda que vive dentro de los muros de la fortaleza que corona el patrimonio monumental del casco antiguo ponferradino. La nueva edición de la fiesta templaria echaba ayer a andar al caer la tarde. La primera cita, la ruta de vinos templarios, una convocatoria que atrajo a una multitud de lugareños y turistas que no quisieron perderse el ambiente medieval que se vivía en las calles del casco viejo. Tras los vinos, la plaza de la Encina se convirtió en un improvisado restaurante en el que la asociación de hosteleros Siglo XXI ofreció una degustación gastronómica basada en costilletas, chorizos y pinchos morunos regados con vino del Bierzo. Finalizada la cena, la esencia de los actos templarios se dejó ver en la plaza de la Encina, con la tradicional ofrenda al caballero que pasa sus días y sus noches vigilante frente a la basílica. La asociación de Amigos de la Noche Templaria entregó al citado caballero un ramo de espigas como símbolo de la riqueza y los bienes de la tierra. Entregado el obsequio, la comitiva formada por la organización y el público emprendieron un desfile hasta el patio del Pozo del Castillo de los Templarios, donde un total de 150 personas hicieron su juramento y fueron ordenados caballeros templarios, ante la mirada atenta de todos los bercianos y turistas que no quisieron perderse ni un solo detalle de la que fue la primera página del nuevo verano templario.