Ilustres e ilustrados en Noceda (I)
NOCEDA del Bierzo es un pueblo que han visitado muchos ilustres e ilustrados, entre otros la actriz Marisa Paredes, a quien esperamos dedicar un artículo desde esta fragua nocedense. También han estado Amancio Prada, Demetrio Madrid, Cristóbal Gabarrón, Luis del Olmo o el presidente Rodríguez Zapatero. Estos son sólo algunos. Es probable que hayan estado muchos otros, que ahora no recuerdo, o que simplemente no los tengo registrados. Pido disculpas a aquellos ilustres e ilustrados que no figuren aquí. Algunos de los mencionados, casi todos, han venido a Noceda en compañía de nuestro estimado paisano y vecino Pepe Álvarez de Paz, en tiempos eurodiputado, y en la actualidad columnista de este periódico, amén de sus actividades como profesor y abogado. Que hayan pasado por Noceda gentes de la talla de los mencionados merece cuando menos una columna, acaso dos, pues en una no entran todos como se debiera. Entre los que cito no he tenido trato con ninguno de ellos. He llegado, como mucho, a intercambiar unas palabras con algunos, nomás. Tampoco me atrevería a decir cuáles son sólo ilustres y cuáles ilustrados, o cuáles son a la vez ilustres e ilustrados. Amancio Prada, al que recuerdo ver en la que es hoy la "Residencia Flora y Felisa" de Noceda a propósito de un agosto cultural, parece un hombre introvertido aunque cercano, con una vena mística que lo convierte en un gurú de la espiritualidad galaico-leonesa. También lo he visto y escuchado en el Teatro Bergidum de Ponferrada, en compañía del poeta berciano Juan Carlos Mestre y el músico Luis Delgado, en uno de esos conciertos memorables. Pepe me ha hablado alguna vez de Amancio Prada, de cuando este vivía en París y estudiaba sociología en La Sorbona. También Mario Gaviria, otro sociólogo navarro que vive en La Habana desde hace años, me habló de nuestro ilustre e ilustrado paisano Amancio Prada, con quien Gaviria compartió alguna velada en la capital cubana. En cuanto a Demetrio Madrid no tengo mucho que decir de él. En Noceda hay gente que lo conoce bastante, y lo tiene en buena consideración y estima. Da la impresión de ser una persona afable, aunque en su etapa como presidente de la Comunidad de Castilla y León se viera envuelto en un escándalo, del cual salió bien parado porque se demostró su inocencia. No todos los políticos tienen por qué ser unos corruptos, aunque el poder acabe trastornando al personal. En la próxima columna continuamos con Cristóbal Gabarrón, Del Olmo y Zapatero.