Nacido el 18 de julio de 1936

NO PARAN. Y no pararán hasta dar la vuelta a la versión de los hechos. Incluso entre propios compañeros de profesión y hasta en este periódico. Hoy más que nunca, cuando les escribo, amables lectores, estas letras, cobran de nuevo mayor vida y significado los versos de Antonio Machado. Aquellos que venían a decir (no literal): ¿la verdad tú verdad? Mi verdad, la tuya quédatela. Esto es, que cada uno tiene su versión de los hechos, sus sentimientos, sus percepciones, sus motivos y de todo ello conforma su verdad como si fuera la absoluta y definitiva. Pues bien, se imaginan lo que puede pensar un españolito nacido el 18 de julio de 1936, salir al mundo en plena contienda fraticida, haber crecido paralelo a un Régimen que creía único y verdadero, nada más, sin pasado y con un brillante futuro. Ver el triunfo de la moderación en forma de democracia. La modernización definitiva de España y su contextualización en el mundo actual. Pero no. A ese españolito de 70 años le quieren mostrar y grabar en su conciencia a sangre y fuego que lo anterior a la guerra era mejor, bonito, el paraíso, que vivió un engaño y que lo de ahora no sirve porque hay que volver al pasado, a las primeras décadas del siglo XX, a las trincheras ideológicas, a las posturas enconadas, al revisionismo como venganza del bando perdedor (perdimos todos, conste), en definitiva, a la revancha más salvaje y cruel levantando fosas, vociferando desgracias, azuzando conciencias, aguijoneando conciencias de gentes que ni tan siquiera viven en ese mundo del resentimiento. Tanto esfuerzo y tanto talento en aras de la manipulación histórica. Ahora del otro lado. Como si no hubiéramos tenido bastante con 40 años de mentiras. Ahora vienen los nietísimos de los represaliados, los hijos y hasta algún superviviente endiosado. ¿Cuántos años de vuelta de la tortilla nos queda que aguantar? Otros 40 para que queden conformes, supongo. Y después qué. Cuando hayan pisoteado la historia, los nombres, las acciones, el recuerdo y los sentimientos de medio país, ¿quedarán satisfechos? Para mí que muchos de mis compañeros de profesión, algunos pseudointelectuales y políticos con cargo están cayendo en los mismos errores que cometieron los del Régimen. Para ellos su verdad, como para los otros la suya. Al resto, a los que queremos pasar página, que nos dejen por favor en paz. Porque puestos a remover, todos tenemos en casa muertos.