El gerente niega las acusaciones y se siente difamado por los denunciantes
El gerente de la residencia El Mirador del Cúa, Adolfo Cascallana, negó ayer las acusaciones y aseguró que las críticas de los trabajadores, familiares y residentes de la residencia El Camino son «difamaciones» que atribuyó a un ataque personal fruto de la «envidia» y de su posición como presidente del PP en Cacabelos. «¿Con qué cinismo se puede decir que seleccionamos a la gente si nos la trajo el 112?», aseguró. Cascallana insistió en que acogieron «a los ancianos que nos traían en función de las plazas que teníamos y sin sectarismos». El gerente, que no quiso entrar a fondo en la protesta a la espera de conocer con detalle las quejas, negó que durante la estancia de apartara a los residentes de El Camino y responsabilizó a sus propios cuidadores. «Ellos mismos los han tenido apartados para que no se mezclaran con nuestros residentes. Nosotros queríamos todo lo contrario, que se integraran», afirmó. Cascallana desmintió que se negara el acceso al enfermero en ningún momento, como aseguran los denunciantes. Mensajeros de la Paz Por otra parte, el coordinador de Mensajeros de la Paz, Jesús Palacios, reconoció ayer que los denunciantes trasladaron sus quejas a la organización, que se mantiene al margen como entidad porque no pueden aportar «ningún elemento de juicio».