Diario de León

Trabajadores, residentes y familiares de El Camino protestan por el trato en El Mirador del Cúa

Denuncian que los ancianos realojados en una residencia sufrieron «vejaciones»

Se quejan de que se negó el acceso a asistidos, y se «humilló» a las 22 personas trasladadas

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M. Patricia / C. Fidalgo - ponferrada
Ponferrada

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Trabajadores de la Residencia el Camino de Cacabelos, residentes y familiares de residentes, denunciaron ayer «las humillaciones y vejaciones sufridas» durante su estancia en la Residencia Mirador del Cúa, donde fueron alojados 22 ancianos una semana, después de que su centro geriátrico tuviera que ser evacuado en la noche del 7 de julio por un conato de incendio. Los denunciantes acusaron a Adolfo Cascallana, gerente de la Residencia Mirador del Cúa, negar la entrada a los residentes asistidos que llegaban del Hospital del Bierzo a partir de la 4.30 de la madrugada asustados y con frío» y «también a algunos residentes válidos que habían estado en su residencia con anterioridad», aseguraron con una nota firmada por, Elvira Carrasco y Mª Benedicta García, en representación de los trabajadores, Lucrecia Lago y Antonio Alba, representando a las familias, y las residentes Lucinda Granja y Consuelo Corullón. Los denunciantes aseguran que esa misma noche la mujer del Gerente, que ejerce las funciones de supervisora « en tono despectivo y haciéndose oír por todos comenzó a decir a residentes y trabajadores, que olían mal, que estaban cagados, que venían en condiciones pésimas, que parecían gitanos con la ropa en bolsas de basura, causando un sentimiento de malestar y humillación entre todos después de sufrir una noche de pánico y desesperación», La denuncia añade que «durante los siete días que estuvieron alojados en la Residencia Mirador del Cúa, no los dejaban apenas moverse, les prohibían subir a dormir la siesta, les ordenaban cuando ir al baño, la ropa para cambiarse sólo dejaban que entrara a las 10.30 horas. Los primeros días les daban de comer aparte y les negaban un simple vaso de agua, teniendo que comprarlo en la cafetería» costumbres muy diferentes a las que los ancianos tenían en el Camino, según confirmó Elvira Carrasco, auxiliar del centro. Carrasco aseguró además se «nos acusó a los trabajadores de ladrones ya que los familiares de su residencia se quejaban que faltaban cosas». La auxiliar aseguró al igual que el resto de los denunciantes que el gerente del Mirador del Cúa «amenazó a cuatro de los trabajadores (de El Camino) con echar a los ancianos si no firmaban el contrato». Los denunciantes no han acudido al juzgado, pero sí han informado a Mensajeros de la Paz, organización de la que dependen. «Lo único que queremos es que Adolfo Cascallana, su mujer y los trabajadores recapaciten», afirmó Elvira Carrasco, que quiere evitar que se repitan hechos similares.

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