Los fruticultores critican a la Junta ante el peligro de fuego bacteriano

El riesgo de la extensión de la plaga de fuego bacteriano a los frutales del Bierzo ha soliviantado a los agricultores de la comarca, que no han dudado en arremeter contra la Junta de Castilla y León por su falta de actuaciones para prevenir una hipotética expansión de la enfermedad. El presidente de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), José Antonio Fernández, no se anduvo con rodeos al denunciar públicamente la «inoperancia» de la administración autonómica tras conocer el ataque de fuego bacteriano a plantaciones situadas a no más de 60 kilómetros del Bierzo. Esta plaga, según explicó Fernández, es la más grave a la que se pueden exponer los frutales, puesto que no hay tratamiento posible y la única media es el arranque de árboles y la quema de plantaciones. «Por lo tanto», se lamentó el portavoz de la ABA, «si ese ataque que se ha detectado a 60 kilómetros del Bierzo, llegara aquí, sería la total desaparición del sector». Potencia comunitaria La explotación frutícola en la comarca berciana es la más sobresaliente de toda la provincia de León, y también una de las más destacadas de la comunidad en especies de pepita como la pera y la manzana. «Creemos», denunció airado Fernández, «que no ha habido una política eficaz de información hacia las personas para que sepan los cuidados a tener en cuenta, sobre todo en el traslado de plantas del género rosáceas de otras zona». En su opinión, debería existir un control más férreo y periódico en los mercadillos y puntos de venta irregulares de esquejes y plántulas, para comprobar que disponen del correspondiente pasaporte fitosanitario. Así se mitigaría el riesgo de infecciones procedentes de otras zonas. «Creemos vergonzosa la actuación de la Junta de Castilla y León no informándonos en primer lugar, y de primera mano, de la situación y de las medias adoptadas», acabó acentuando sus recriminaciones el representante de la asociación. La ABA aglutina en el Bierzo al 80% de los fruticultores, lo que la convierte en el principal interlocutor de los productores ante los distintos organismos. Para paliar la desinformación de la administración, la ABA ya ha tomado la iniciativa de contactar con todos sus fruticultores asociados con el fin de afrontar medidas ante casos como el del fuego bacteriano.