La pedanía celebra hoy un concejo para que los propietarios afectados firmen la solicitud
Castropodame reclama a la Junta una batida para frenar una plaga de jabalíes
El animal ha causado daños en fincas y los vecinos creen insuficiente las esperas nocturnas
Ni el alambre, ni los pinchos le detienen cuando tiene hambre. El aumento de la población de jabalíes en la zona de Castropodame, que ha causado en las últimas semanas daños en fincas y viñedos, e incluso ha provocado un accidente de tráfico, ha llevado a la Junta Vecinal de la localidad a convocar para hoy un concejo público para recabar las firmas de los propietarios afectados y solicitar a la Junta de Castilla y León que permita una batida en toda regla para frenar al animal. Aunque la administración autonómica ha autorizado en los próximos tres fines de semana seis jornadas de espera nocturna para reducir la población del mamífero, la imposibilidad de usar iluminación para la caza hace que los vecinos duden de la efectividad de la medida y reclamen un verdadera batida a plena luz del día. «¿Qué haces de noche esperándoles, sino te dejan llevar foco, ni linterna? ¿A qué vas? Si hubiera luna aún les veríamos, pero así no vamos a matar más que uno o dos», se quejaba ayer por teléfono el pedáneo de Castropodame, Ángel García Barredo, mientras usaba su tractor para remover la tierra y tapar los huecos que el hocico del animal ha abierto en su propiedad bajo el alambre. «Estamos comprando redes metálicas para cercar las viñas, pero aún así nos entran por debajo», añadía. Además de los daños en fincas de la zona, el jabalí ha causado al menos un accidente de tráfico en los últimos quince días. Un automovilista que circulaba por la carretera de Calamocos vio como uno de los animales invadía la calzada desde el monte y chocaba violentamente contra el vehículo. No es nada nuevo. En temporadas anteriores, el jabalí también estuvo detrás de algunos siniestros similares en la carretera N-VI en el Montearenas, e incluso en la misma Autovía del Noroeste. El pedáneo de Castropodame no tiene reparos en calificar de «plaga» el aumento del jabalí en la zona. «Si no nos dejan hacer algo, las pocas castañas que habrá después de las uvas, las van a coger», auguraba ayer, subido en el tractor con el que trata de proteger sus viñedos.