La tecnología llega a los viñedos

Las nuevas tecnologías han invadido en las últimas décadas nuestros hogares, han cambiado la forma de trabajar, incluso de relacionarnos. Ahora, la agricultura berciana adquiere las últimas novedades en tecnología para mecanizar la recogida de vid. La empresa Coberman entregó ayer la primera vendimiadora del Bierzo, adquirida por la empresa Vitiagro. Los viñedos de la comarca, a finales de cada verano, se llenaban de jóvenes y no tan jóvenes que recogían las uvas a cambio de un jornal. Ahora los tiempos son distintos, la población que se dedica a la agricultura ha disminuido alcanzando las cotas más bajas. La fase de elaboración del vino también es diferente a la de antaño. Los hombres, generalmente, se reunían en las bodegas para pisar los racimos, obtenidos durante largas jornadas de trabajo, para sacar la máxima cantidad de vino. Desde hace años, la imagen de los bercianos pisando las uvas con sus botas forman parte de la tradición que se deja atrás poco a poco. Las bodegas de la comarca se han convertido en grandes explotaciones que han mecanizado la antigua labor de pisada de racimos. A partir de mañana, la tecnología no sólo abarcará el proceso de extracción del caldo, sino que también servirá para recoger las uvas directamente de la vid. Estas máquinas llevan trabajando varios años en Francia, Cataluña y La Rioja, hasta alcanzar cotas del 60 por ciento de mecanización. Ahora, la empresa Vitiagro ha adquirido una New Holland por un valor de 160.000 euros. Esta bodega la alquilara a Agribergidum y Ribas del Cúa, entre otras. La vendimiadora permitirá a los propietarios de los viñedos disminuir los costes de mano de obra puesto que la máquina sólo necesita el trabajo de un conductor. Esta New Holland es autosuficiente, ella sola hace todo el trabajo, corta los racimos y los lleva directamente hasta las bodegas. El empresario evita así contratar a vendimiadores, personas para sacar cestos y los costes del transporte. Eso sí, la máquina tiene una única exigencia para que pueda cumplir con su trabajo, que los viñedos estén plantados en espaldera y que haya una distancia de dos metros y medios entre vallados. Sin duda, los caldos bercianos, ya sea, elaborándolos de la forma tradicional o adquiriendo la tecnología más puntera siempre tendrá el sabor y la magia de los vinos de la comarca. Eso sí, la mecanización permitirá que los propietarios de los viñedos pueden obtener el preciado caldo de manera más económica y así ser más competitivos en el mercado para que los caldos del Bierzo, crianza, joven, reserva o gran reserva puedan degustarse parte del mundo. Texto