Empresario, sacerdote y escritor de novelas de amor

Hace treinta años que montó su primera taberna en las inmediaciones del Teatro Real de Madrid para ofrecer una salida profesional a los jóvenes marginales de Vallecas a los que había acogido en su primer Albergue de la Juventud. Con el tiempo, aquella primera Taberna del Albardero se ha convertido en un grupo empresarial que factura 15 millones de euros al año y emplea a 600 personas en una quincena de restaurantes, y una serie de escuelas gastronómicas, y todo sin que su promotor y presidente, el sacerdote vasco Luis de Lezama, haya abandonado ninguna de sus vocaciones; la religiosa, que le mantiene al frente de una parroquia en Madrid, y la literaria. Y es esta última faceta la que ayer le trajo a Ponferrada para hablar de su segunda novela, que ha titulado La rosa de David y que presentó en un acto organizado por la asociación Monte Sinaí. Si Lezama -que en otro tiempo fue popularmente conocido como «El cura de los maletillas» por abrir su casa a los aprendices de toreros- se adentró en su primera novela, Traje de luces , en el mundo de los toros, con La rosa de David , (Algaida Editores) se atreve con el amor de un joven judío norteamericano, que viene a estudiar a Salamanca a finales de los años cincuenta, por una joven española. Y todo con el trasfondo del conflicto entre israelíes y palestinos y en escenarios que van de los Estados Unidos a Jerusalén. «No es un thriller rápido para divertir, sino una novela que deja poso», aseguraba ayer. No en vano el amor terrenal de la pareja le sirve a Lezama para hablar del amor místico, la Cábala y la necesidad de paz. A Lezama, Premio Ondas y Premio Nacional de Gastronomía, le acompañó ayer el director general de su grupo, Joaquín Martínez, quien no descartó invertir en el Bierzo en un futuro.