Las familias ponferradinas responden con interés al proyecto de centros abiertos Un sábado entretenido para los más pequeños de la casa

La oferta municipal de centros abiertos destinada a conciliar la vida familiar y laboral cumplimentó ayer el estreno de su segunda edición y lo hizo con un número cercano a la treintena de niños participando de manera activa. La apuesta del Ayuntamiento ponferradino, que en marzo dio sus primeros pasos y que con la vuelta al colegio de los niños recorrerá el segundo, tiene en los centros Valentín García Yebra y Campo de la Cruz su eje de actividad que, a lo largo de todo el año y coincidiendo con los fines de semana y los laborables no festivos (caso de los puentes o la Navidad), pretende ayudar a las familias que debido a sus obligaciones laborales necesitan de una ayuda suplementaria para atender a sus hijos. Y en esa tesitura y después de la experiencia de los meses pasados, el programa de actividades retomó ayer toda su intensidad en este caso sólo en el García Yebra (en el Campo de la Cruz la cifra no fue la óptima por lo que se decidió agrupar a todos los niños en una única instalación), lugar en el que desde las ocho de la mañana y hasta las dos y media de la tarde se dieron cita hasta casi treinta niños con edades entre los tres y los doce años. Manualidades, juegos programados y juegos libres fueron el mejor argumento para que cada uno de ellos se lo pasara en grande bajo la atenta mirada de dos monitoras, Noemí Prieto y Noelia Vega, encargadas de velar no sólo por su felicidad sino de hacerles partícipes de unas propuestas lúdicas que con carácter trimestral están abiertas a niños y niñas matriculados en cualquiera de los colegios existentes en el término municipal ponferradino. Precisamente ese carácter y la necesidad de muchos padres de intentar conciliar de la mejor manera posible su trabajo con el cuidado de sus vástagos cifró ayer en un número más alto del esperado la presencia de niños en una propuesta que el próximo fin de semana volverá a celebrarse, en este caso y coincidiendo con el puente del Pilar de una manera más intensa y si cabe aún más concurrida. Acudir al colegio un sábado no fue en el caso de ayer como el resto de los días de la semana. La razón, que este día es para jugar y divertirse y si es en compañía de otros niños mucho mejor. Así fue lo que ocurrió ayer en el García Yebra donde más de veinte niños disfrutaron de lo lindo haciendo lo que más les gusta, jugar. Las manualidades (como puede verse en la foto), los juegos de diversa índole tanto en el patio como en el gimnasio y otra serie de actividades tuvieron la culpa de una jornada llena de atractivos que además sirvió para ayudar a los padres a desarrollar sus ocupaciones laborales tranquilos.