Un sólo PP, pero con dos talantes
Es probable que todo obedezca a una estrategia premeditada. Pero nadie, salvo los protagonistas podrían asegurarlo. El PP en la provincia de León hace tiempo que optó por la táctica del «poli malo-poli bueno» en lo referente al Ciemat. La dirección provincial, con Isabel Carrasco y Eduardo Fernández, encarnan a los duros. No dejan pasar la oportunidad de poner en comparación las inversiones prometidas con las que figuran en los presupuestos. Y sobre todo con la revelación de la presencia del esposo de Charo Velasco en la nómina del centro investigador, este sector -tal vez con apoyo de Madrid- ha puesto en tela de juicio muchas contrataciones de personal con apariencia clientelar. De otra parte, el alcalde de Ponferrada, López Riesco, es el agente colaborador. No se ha quejado demasiado de la marcha del proyecto y ha cedido las infraestructuras que el Gobierno ha demandado. «También las hijas de los ex ministros pueden trabajar», comentó sobre relación laboral con el Ciemat de una hija de Solana. El Grupo Popular en el Senado, sin embargo, ha llevado el caso del personal a la Cámara Alta.