Diario de León

Los gamberros pintaron la puerta del futuro museo de arte sacro y las piedras de la basílica

Los graffiteros asaltan la parte trasera de La Encina y la casa parroquial

Vecinos y religiosos reclaman una intervención con multas para poner freno a las pintadas Emborron

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M. Félix - ponferrada
Ponferrada

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El mal uso que de sus pintadas hacen los graffiteros ha despertado el malestar y la alarma en la zona del casco antiguo de Ponferrada y también por varios puntos de la zona centro. La última fechoría se produjo a uno de los emblemas de la ciudad, a la basílica de La Encina. Gamberros desconocidos, utilizaron sus pinturas para ensuciar, emborronar y dañas las piedras de este templo. Las pintadas aparecen en la parte trasera del edificio religioso, justo coincidiendo con la zona de la sacristía y lo que en un futuro será el museo parroquial de arte sacro. El atentado de estos graffiteros afectó a una de las puertas traseras de la basílica, justo en una zona en donde los autores de esta fechoría se ven más amparados y lejos de las vistas del público que pasa por la zona. El spray que utilizan emborronó de una pintura violeta las piedras centenarias de la basílica. Rafael Canseco, uno de los colaboradores de la basílica de La Encina, se mostraba muy disgustado por estas actuaciones. «Es como quitarle cien años de vida, porque es costoso retirar esas pintadas de la fachada y también se deteriora más la piedra», indicaba. Esta situación se da también en la parte trasera del hogar del transeúnte, la fachada que se asoma al atrio de La Encina. En este caso, se da la circunstancia que esa fechada estaba recién pintada, con los fondos que ha aportado el Ayuntamiento de Ponferrada y el consorcio. Aún sin recibirse la obra, ya está deteriorada. Los vecinos y también los comerciantes están hartos de esta situación, así como en este caso las autoridades religiosas. Todos quieren una intervención para castigar con multas severas a los autores de estas pintadas, y en caso de ser menores, que sean sus padres los que paguen el daño.

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