Avenida Compostilla (I)
SI UNO se fija bien, la Avenida de Compostilla, una de las mejores calles de la ciudad de Ponferrada, tiene lo que todo vecino puede desear, a saber, al lado de la Plaza de Julio Lazúrtegui, centro neurálgico de la capital berciana; dotada de incipientes comercios de todo tipo, en especial, de ocio y alimentación; bien comunicada con salidas a viales principales y con líneas de autobuses urbanos; colegios e institutos cercanos y zonas verdes en relativa abundancia sobretodo en la parte de atrás de la Avenida por la Calle Ángel Barja, más conocida popularmente como «la del Bingo». Es decir, que las viviendas tienen en su mayoría por la parte de adelante la vitalidad de la ciudad y por la parte de atrás la tranquilidad residencial que se pide a una vivienda del siglo XXI. Hace unas décadas, lo que era toda una superficie destinada a zona verde, los diversos gobiernos socialistas locales la dejaron hecho un erial de polvo y piedras amontonadas que suponía una molestia a los vecinos tanto de la Avenida Compostilla como a los de la parte del Polígono que soportaban polvo y ruido de vehículos que aparcaban contínuamente. Tampoco los gobiernos socialistas de antaño permitieron en las edificiaciones que fueron levantándose la apertura de puertas de garajes de los nuevos edificios por esa parte, que era más lógica para evitar rampas, desniveles y aperturas de puertas directamente a las aceras como se obligó a construirse. Si se detienen por un instante, comprobarán que toda la Avenida Compostilla en su parte derecha viniendo de Lazúrtegui los garajes salen hacia la acera, incrementando costos y dificultades de construcción al tener que superar por esta parte el desnivel con rampas y curvas que por la parte de atrás hubiese sido más sencillo. Todo fuese por la causa del progreso y de no tocar con la apertura de una calle unos terrenos destinados a zona verde. Pero héte aquí que con el primer gobierno popular al fin el vecindario tuvo la dicha de ver un manto verde donde antes eran piedras y polvo, a cambio, al parecer, hubo que hacer una calle y aparcamientos para los bajos comerciales de esa acera de atrás llamada, como hemos dicho, Ángel Barja. La rumorología argumentó hasta que era para darle salida económica al Bingo con facilidades de llegar en coche y dejarlo aparcar. Lo que sí es evidente que un buen trozo de terreno destinado a verde se perdió y el aumento de precio de las plazas de garaje se habría ahorrado al tener ya salida por atrás...