El alcalde dice que una vez iniciada la urbanización «todo irá más rápido»
Riesco entiende a los comerciantes de Compostilla y cree lícitas sus quejas
Los afectados anunciaron movilizaciones si el Ayuntamiento no les indemniza por sus pérdidas
El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, consideró ayer lógicas las reclamaciones de los comerciantes y vecinos del barrio de Compostilla por los trastornos que en sus negocios están ocasionando las obras del aparcamiento subterráneo, aunque precisó que estas molestias irán decreciendo una vez se complete la urbanización de la zona. «Cuando uno tiene esta situación es lógico que proteste y se queje y en reiteradas ocasiones he comentado que comprendo su disgusto», precisó Riesco a la vez que aseguraba que «una vez se desarrolle el proceso de urbanización que ya ha comenzado todo irá más rápido y con ello empezarán a cesar los problemas». El alcalde respondió así a las quejas que un día antes habían formulado públicamente los 21 comerciantes de la zona agrupados en la asociación «Los Tilos» que se acompañaban con la consiguiente amenaza de movilizaciones si desde el Consistorio no se les indemnizaba por las pérdidas sufridas hasta ahora por las obras en la zona. Precisamente esa situación económica puede suponer para los afectados que hasta cuatro establecimientos tengan que cerrar su puertas al no poder hacer frente a las deudas adquiridas. El PSOE también criticó el martes con dureza al equipo municipal de gobierno al que acusaba de no hacer nada para evitar los retrasos exigiéndoles que actuara de manera rápida tanto para depurar posibles responsabilidades como para habilitar fórmulas que posibiliten que en la campaña navideña y la de las rebajas la situación no sea tan crítica para los comercios de la zona.