«Llegaremos al final porque esto no es teatro sino un acto destestable»

Las familias de las tres niñas del instituto Virgen de la Encina acusadas de un presunto caso de acoso escolar contra otra compañera reclamaron ayer, angustiadas, que las autoridades no adopten resoluciones precipitadas en este asunto para evitar que todas las involucradas sean víctimas de un gran trauma. Los padres, a través de un comunicado entregado en mano a este periódico, niegan que el suceso tenga que ver con el acoso escolar. «Tanto la niña accidentada como las obras tres eran amigas. Una amistad que se trasladaba más allá del colegio. De hecho, frecuentaban juntas los domicilios de unas u otras de forma indistinta», relatan los progenitores en su nota. Según esta misma versión, lo acaecido el pasado 25 de octubre se enmarca «en una simple discusión de amigos, aunque con resultados que ninguna de las niña esperaba». Los padres de las tres adolescentes denunciadas explicaron que los hechos han sido tergiversados. Que todas las niñas caminaban junto a otros compañeros por las calles de Ponferrada cuando se produjo una discusión entre las involucradas en el conflicto. «En ese momento, la lesionada salió corriendo desde la calle Alcón hacia Ramón y Cajal. En el curso de la carrera la niña tropezó en la acera y se cayo al suelo. El resto de niños y niñas en vez de ir a ayudarle, decidieron dar la vuelta y marchar por otra calle», precisaron. «Nadie la empujó, nadie la tiró al suelo. Es una auténtica aberración lo que han manifestado los padres de la accidentada a los medios. Se cayó sola cuando corrían», enfatizaron los tutores de las tres menores. E incluso, sin poner en duda las fracturas que la víctima del suceso sufre en su pierna, recordaron que ésta ya había estado escayolada por una lesión en la misma extremidad hace unos meses. Los padres de las presuntas agresoras insistieron en reclamar el esclarecimiento de los hechos, que a su juicio «difieren en un cien por cien de los vertidos en los medios de comunicación por los padres de la niña accidentada». Pero insistieron en demandar de las autoridades que instruyen el caso decisiones «acertadas» y en ningún caso precipitadas que cercenen el futuro de las cuatro adolescentes. «Cuando caminaban por las calles de Ponferrada con otros compañeros surgió la discusión» PADRES DE LAS DENUNCIADAS Los progenitores de la menor supuestamente agredida se mostró ayer indignada con la actitud de ciertas personas. «Parece que dudan de que mi hija ha sido objeto de una agresión e incluso dicen que estoy comercializando el hecho. Es repugnante pero voy a llegar hasta el final, cueste lo que cueste», precisó la madre que no cree en el arrepentimiento. «Porque hasta ahora -dijo- no se han dignado en venir a ver a mi hija y dudo que lo hagan». Las sanción a las niñas que presuntamente agredieron a una compañera del Instituto Virgen de la Encina podría, al menos con carácter cautelar, determinarse a lo largo de la próxima semana, una vez concluya la elaboración del expediente informativo y se inicie el expediente sancionador. Según fuentes de la Junta, muy posiblemente el primero de los expedientes podría estar ultimado el lunes o martes una vez desde la dirección del centro y la inspección de Educación se haya hablado con todas las partes implicadas y recogido todos los argumentos apuntados por ellas, así como otra serie de informes entre ellos el remitido por la Fiscalía de Menores que en este caso, y al ser las implicadas menores de 14 años se ha inhibido. Así, una vez se conozca la situación y todo lo que ha rodeado al hecho, la administración autonómica obrará de manera inmediata e incluso antes de que se tenga finalizado el expediente sancionador, procederá a aplicar una serie de medidas de carácter cautelar entre las que, como apuntaron ayer fuentes de la Junta, no se descarta el traslado de las tres niñas a otro centro una vez que todas ellas han reconocido los hechos aunque según las mismas fuentes, con matizaciones y el arrepentimiento como atenuante. Por su parte, la consejera de Familia, Rosa Valdeón, aseguró ayer que ofrecerá programas de intervención familiar a las tres escolares ponferradinas que presuntamente agredieron a una compañera a través de la gerencia de Servicios Sociales. «Vamos a ofrecer todo nuestro apoyo y recursos a Educación haciéndonos corresponsables de una situación que necesita de la implicación de toda la sociedad». Entre esos recursos se incluyen los planteamientos «necesarios para que las niñas se den cuenta de lo que ha sucedido para que estos hechos no vuelvan a repetirse». El Sindicato Independiente del Profesorado manifestó ayer su malestar y desaprobación ante hechos como el producido en Ponferrada. Para su portavoz Manuela Díez, deben tomar cartas en el asunto «para erradicar estos hechos de violencia y acoso».