Los pueblos de Trabadelo acusan al Consejo del Bierzo de hurtarles obras

Los pedáneos del municipio de Trabadelo, de los pueblos de Sotelo, San Fiz do Seo y Villar de Corrales, algunos de los más diminutos y recónditos de la comarca, denunciaron ayer públicamente la gestión que el Consejo del Bierzo está realizando de los fondos para ejecutar pequeñas obras. El pedáneo de Sotelo, como portavoz de los pueblos descontentos, señaló que el Consejo Comarcal les ha hurtado del orden de 3.000 euros tanto en Trabadelo como en San Fiz y Villar. Y en el caso del proyecto que se adjudicó para Sotelo, que está sin ejecutar, elevó el recorte presupuestario a un 50%. «No entendemos ni compartimos este modo de actuar y ello nos lleva a pensar que existen razones políticas o intereses oculto», denunció el presidente de la Junta Vecinal de Sotelo, José Manuel Gutiérrez. Ineficacia y amiguismo A su juicio, actitudes como la denunciada ponen en tela de juicio la utilidad del Consejo del Bierzo para apoyar a las localidades sin recursos propios. «De qué sirve», se preguntó Gutiérrez, «que el Consejo solicite fondos a las instituciones provinciales y regionales si luego esos fondos no llegan a quienes realmente los necesitan». «Este tipo de acciones», enfatizó, «sólo evidencia lo que ya todos sabemos, la ineficacia y el amiguismo del Consejo Comarcal». En el plano político personal, los portavoces de los pueblos descontentos apuntaron directametne al consejero comarcal de Fomento, Luis Alberto Cobo. «Él, que se desplaza todas las semanas al Consejo y cobra la dieta que corresponde -le reprocharon- debería preocuparse de los problemas que tienen las juntas vecinales con estas obras y no esconderse siempre detrás del técnico de turno». Los pedáneos creen que los recortes presupuestarios de sus obras tienen como objetivo obtener remanentes para «ayudar a los amigos».