Infiltradas, extrañas y mortíferas
La Asociación Cantharellus remite una comunicación a la Universidad de León tras el hallazgo de una rara Gyromitra
A Manuel Bernardo, el presidente de la Asociación Micológica Cantharellus, le brillan los ojos como si acabara de descubrir la penicilina cuando en realidad lo que esconde en un coqueto cesto de mimbre son tres ejemplares de setas recién rescatadas de una hoguera. Son ejemplares de Gyromitra infula, una especie que es muy poco común no sólo en la comarca, en la provincia o en Castilla y León, sino en general en toda España. Por esta razón, para los amantes del reino Fungi el trío descubierto en un pinar de Magaz de Arriba es una especie de tesoro. Un tesoro, no obstante, tan raro como letal. Porque la Gyromitra infula , que suele consumirse desecada en algunos casos, es absolutamente letal en crudo, y además contiene sustancias cancerígenas -hidracinas-. «Debe prohibirse totalmente su consumo», subraya Bernardo. Las setas recibieron el pasado viernes el premio que la asociación concede cada año al ejemplar más raro, en el marco de sus populares Jornadas Micológicas. Sin embargo, la asociación dará un paso más y prepara ya una comunicación al Herbario Micológico de la Facultad de Biológicas de la Universidad de León para que se abra ficha de esta peculiaridad natural. Su imagen, desde luego, no puede decirse que resulte fotogénica.