La apertura de Cornatel, pendiente sólo de la instalación de vallas de seguridad

La instalación de las vallas de seguridad y las escaleras que permitirán acceder a la ronda es la última tarea pendiente de realizar en el castillo de Cornatel para dar por concluida la restauración de la fortaleza, según ha confirmado a este periódico la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. El organismo integrado por la Junta y las cajas de ahorro de la autonomía, -que ha financiado el 80 por ciento del coste de la intervención, adjudicada a la empresa Trycsa en 1,2 millones de euros- todavía no tiene fecha, sin embargo, para la reapertura de la fortaleza, que permanece cerrada al público desde hace más de un año. Retirada ya la voluminosa grúa que ha servido para introducir en el castillo los materiales necesarios para salvar al monumento de la ruina, y si no se demora la colocación de los elementos de seguridad, la reapertura se producirá con la fortaleza ya iluminada. La Asociación de Amigos del Castillo de Cornatel -impulsores de la restauración junto con el Ayuntamiento de Priaranza y la Diputación de León, que también ha aportado un 20 por ciento del presupuesto- confirmó ayer que ya ha obtenido las autorizaciones pertinentes para colocar y encender los 75 focos de iluminarán la fortaleza de noche. La instalación comenzará a funcionar en diciembre y ha sido posible gracias a la donación de cien mil euros desde de la Fundación Endesa a la propia Asociación de Amigos del Castillo. La asociación espera participar en la gestión de las visitas al monumento, tarea que corresponde al Ayuntamiento de Priaranza, y así se lo hizo saber su presidente, Daniel Fernández, al gerente de la Fundación del Patrimonio Histórico, Ramón Álvarez, durante un encuentro mantenido en Valladolid la pasada semana y en el que el grupo agradeció al organismo su aportación financiera para recuperar un castillo del que diez años atrás era una ruina a punto de desplomarse y del ni siquiera se sabía a ciencia cierta quien era su propietario.