Eva Hache
PONGA UNA hache en su vida, que es como decir ponga chispa y picante en su vida, pues la tal Hache, o sea Eva, a la que no tengo el gusto de conocer en persona, aunque estuviera en Ponferrada en la pasada edición de los Micrófonos de Oro, vendrá en febrero del próximo año, Dios mediante, como invitada de honor a ejercer de mantenedora del Botillo bembibrense, lo cual que será algo para no perderse, y una buena ocasión para que la Hache hable de la villa del Benevívere en su Noche televisiva. Tanto político y funcionario en el Festival botillero ya nos estaba empalagando, y encima a alguno de los anteriores mantenedores no les gustaba el botillo, lo que es una aberración, sobre todo si te invitan como mantenedor. Por tanto, la Hache vendrá bien para dar exotismo, quitar «ferruño» a las ferruginosas charlas mantenedoras, romper «jielos» y sobre todo aderezar el botillo con el pimentón picosillo que se merece este embutido de sello berciano y proyección nacional, acaso internacional. Hasta en lugares como Alicante se come botillo berciano. A Evita Hache, que no Evita Perón, le sigo la pista a través de algún programa televisivo hecho con hache, incluso con mucha hache articulada y/o pronunciada cual buena inglesita, a ella que tan bien se le da el inglés, esa hache dicha cual si fuera una jota sublime, esto es con ingenio y desparpajo, que es como ella se nos muestra, tan vivaracha y desenvuelta, que parece una «abilleira», una chica requetesabida en la palestra de los sarcasmos, la «titiritera» emparentada con otro monstruo del humorismo y la puesta en escena llamado Quique San Francisco, como dijera de ella un retorcido y ponzoñoso facha llamado Jiménez Losantos. Este pavo, en cambio, debe pronunciar su hache como si fuera una efe. Eva Hache, que sepa, no tiene parentesco con el señor San Francisco, mas ambos tienen gran parecido físico, eso es cierto, o al menos da esa impresión. Lo cual que emparentarla con el actor y humorista de ojos saltones es una honra. A Eva Hache seguro que le encanta el botillo, porque, aunque no tenga tipo de gran comedora... de botillo, a ella le gusta lo encarnado y picante. Esperamos, Eva Hache, que cuando vengas al Botillo de Bembibre, te traigas a Martita Nebot como acompañante. Sería un puntazo. Nos entusiasmaría. La Nebot, además de lucir buenas hechuras, es avispadina, y daría mucho juego y calor a las congeladas noches febrerinas del Bierzo Alto. Por el momento, principiemos a abrir boca para el próximo botillo de Bembibre.