Los vecinos de Balouta claman ayudas públicas para salvar sus siete pallozas El techo, la parte más frágil de estas viviendas Los afectados ponen la iniciativa gallega como ejemplo a seguir

Las pallozas constituyen el principal atractivo turístico de los Ancares leoneses, recientemente declarados Reserva de la Biosfera por la Unesco. Ante este reconocimiento internacional, los vecinos de uno de sus pueblos, Balouta, no entienden la falta de ayuda y el abandono al que las instituciones públicas han sometido a estas peculiares construcciones ancaresas, de base circular y techos cónicos de paja. El lamentable estado de algunas pallozas es consecuencia de la retirada, hace unos 4 años, de las ayudas para arreglarlas y que contemplaban financiación de parte del coste de cada proyecto de recuperación, un 35% era aportado por la Junta de Castilla y León y el 15% por el plan Leader. La pequeña localidad de Balouta, perteneciente al municipio de Candín, cuenta con siete pallozas, ahora en riesgo al no contar estas subvenciones. Según señaló el propietario de una de estas construcciones típicas, José Barredo, «algunas de ellas están en muy mal estado y es posible que se pierdan si no se actúa con urgencia». A este respecto, llamó la atención sobre el estado de una cuya techumbre está a punto de caerse por el abandono y la acción devastadora del viento y, ahora, la nieve. La solución «es fácil», apuntó Barredo, ya que sólo sería necesaria la inversión de 12.000 euros para arreglarlo, «un coste que el particular, que en la mayoría de las ocasiones ya no vive en el pueblo, no quiere afrontar solo». En este línea, criticó que desde las instituciones se promocione el turismo de la provincia leonesa, como ocurrió hace unas semanas en Intur, a través de las pallozas pero que después se las abandone a su suerte y se las deje caer, sin poner en marcha ningún programa de conservación. Una de las peculiaridades de las pallozas es su techo, con forma de cono y realizado con un manto de paja, generalmente de centeno, de unos 50 centímetros de espesor que tradicionalmente se conoce como «teito». Esta techumbre es la parte más frágil de estas construcciones y por donde normalmente comienza su deterioro, víctima de la acción del viento que esquilma la capa de pajas y del agua y la nieve, cuya humedad pudre el techo y la madera sobre la que se apoya. Pero el «teito» no sólo es víctima de las inclemencias del tiempo, tiene otros enemigos como son los roedores, que también se ensañan con él. Así, las pallozas sólo pueden mantenerse en pie sí, además de ser arregladas, reciben un buen mantenimiento para seguir constituyendo parte del paisaje ancarés y testimonio de la tradición y de los antiguos asentamientos castreños. Frente al abandono que sufren las pallozas de los Ancares leoneses, el propietario de una de estas viviendas en Balouta, José Barredo, destacó las actuaciones que lleva a cabo la Xunta para la conservación de estas construcciones en los Ancares gallegos. En concreto, significó el caso de Piornedo, la aldea lucense que conserva, en buen estado, el mayor número de pallozas, después de que en el año 2000 fueran restaurados los techos de paja en su mayoría, presentando en la actualidad un aspecto magnífico. Ante esta situación, los vecinos de Balouta creen que la Junta de Castilla y León debe comprometerse más con la protección del patrimonio cultural de este rincón de la provincia, que supone una seña de identidad de los pueblos ancareses y de su tradición. Así, están a la espera de que este año se retome sus pallozas puedan ser las destinatarias de alguna de las líneas de ayuda para la conservación, recuperación y restauración de bienes integrantes del patrimonio histórico y cultural de la región.