En los terrenos de un conde La huella de Eric «El Belga» Los diez brazos de San Miguel

Cinco jóvenes de Losada trabajan para recuperar los cinco siglos de historia de la iglesia de San Miguel, derruido por la riada de 1964. El templo, construido sobre un antiguo monasterio, albergó cuatro retablos y conserva la sepultura del conde que cedió los terrenos para su construcción. El pueblo de Losada está uniendo esfuerzos para recuperar esta iglesia, la que durante siglos fue centro de todas las celebraciones religiosas. El empuje de estos jóvenes locales llamados John López, Carlos Álvarez, Javier Fernández, David López y Jorge Arias, ha puesto en marcha las labores de limpieza y estudio con el apoyo incondicional de la Junta Vecinal y la Asociación Cultural de Losada, a las que se va uniendo el resto de los vecinos. La idea surgió en un día de vacaciones, recordaba Carlos: «Un primo nuestro que vive en Francia no sabía que estaba allí la iglesia, lo llevamos a verla y no se podía pasar. Limpiamos el camino para acceder, y una vez allí ya fue inevitable pensar en recuperarlo todo». La iglesia, situada a escasos 300 metros del pueblo, se oculta entre un bosque de chopos «que cuando crecieron y taparon la espadaña, la gente se olvidó de ella, pero ahora los dueños de los árboles nos han dado todas las facilidades, dicen que cortemos lo que haga falta, que están ilusionados en la recuperación e incluso hemos usado algunos para apuntalar lo que se mantiene en pié». Esperando el contacto con el Obispado y poner en marcha canales de ayuda para la reconstrucción, se han realizado actuaciones de avance. "De momento estamos reuniendo piedras de los arcos, intentando juntarlas porque cayeron casi todos». No olvidan tampoco el motivo del derribo del templo, que está situado junto a una reguera, en la que poco a poco se han ido depositando sedimentos. El problema entonces es que hay algo más de metro y medio de residuos que van acumulando el agua. Ahora ya hay una puerta cegada, de aproximadamente dos metros de altura y de la que tan solo se ven unos 30 centímetros, por lo que, insisten los jóvenes, serán necesarias actuaciones como la creación de barreras protectoras «para que nunca pueda repetirse otra riada que derribe el templo». Si ya entraña una gran dificultad la reconstrucción de un templo de casi 250 metros cuadrados, en este caso se le suma el desconocimiento de su diseño exacto, algo que no desalienta a estos jóvenes emprendedores que esperan «obtener datos más fiables, sobre todo de sus orígenes». Se cree que fue construido hacia el año 1.400 sobre un monasterio anterior y también se sabe que los terrenos eran de un conde que los donó para construir la iglesia y que a él lo enterraran allí, donde aún está la tumba aunque los restos ya se los llevaron. Carlos señala que el derrumbe, el paso del tiempo y los amigos de lo ajeno hacen su labor más difícil, ya que «la mayor parte de las piedras talladas, alrededor del 60%, han sido robadas y muchos de los arcos están desmontados». La existencia de tres monasterios alrededor de la demarcación que actualmente ocupa Losada habría sido el origen de los retablos de la iglesia de San Miguel. «Muy rica, contaba con tres retablos impresionantes cubiertos con pan de oro, tallados a mano y con muchas imágenes, Una talla de San Miguel de casi dos metros de altura, que es la que daba nombre a la iglesia, el Cristo de las manifiestas maravillas y un Santo que llamaban el Santo Lindín" enumeró Carlos, quien señaló que las desapariciones «apuntan a Eric El Belga que hizo un recorrido por toda esta zona y se llevó un gran cargamento de imágenes religiosas para los Estados Unidos». Recuperar esos retablos es imposible. y la creación de réplicas también es muy difícil.