| Reportaje | Reto antes de Navidad |
Cinco días para el desafío Riesco
El alcalde de Ponferrada agota el tiempo que él mismo se marcó para la apertura de las calles afectadas por el aparcamiento subterráneo de Compostilla, y que concluye este mismo viernes
Los operarios no trabajaron ayer, a pesar de las prisas por acabar
¿Cumplirá o no cumplirá?. Ésta es la pregunta que se hacen cientos de ponferradinos perjudicados por las «interminables» obras del aparcamiento subterráneo de Compostilla, mientras se acerca el 15 de diciembre, fecha fijada por el alcalde de la capital berciana, Carlos López Riesco, para abrir de nuevo las calles afectadas y permitir a los comerciantes aprovechar la campaña navideña, después de muchos meses de pérdidas, hasta el 70% en algunos casos. Mientras tanto, los operarios se afanan en poner todo a punto para la apertura de la avenida Compostilla, ultimando la urbanización de su superficie con la colocación de baldosas y bordillos. Tan sólo quedan cinco días y las prisas todavía no han obligado a trabajar los fines de semana, los operarios han descansado el sábado y el domingo, tal vez cogiendo fuerzas para pisar el acelerador en esta semana y concluir unas obras, iniciadas hace más de 13 meses, que han traído más de un dolor de cabeza a Riesco. El tiempo se agota para una apertura que ya viene con retraso, ya que anteriormente se preveía que estuviera lista para primeros de este mes, pero una demora más no sería en esta ocasión admitida por los comerciantes, para los que las ventas navideñas «son sagradas» y decisivas para el futuro de sus negocios. Este nuevo aparcamiento subterráneo en pleno centro de Ponferrada cuenta con 220 plazas que se distribuyen en dos plantas y una inversión que asciende a los tres millones de euros para la urbanización de una superficie que comprende algo más de 6.300 metros cuadrados